Los mejores profesores estimulan la curiosidad natural del alumno

Los mejores profesores estimulan la curiosidad natural del alumno

La habilidad para hacer preguntas claves y provocadoras es una de las virtudes que los estudiantes saben valorar en sus maestros.

OTRA PERSPECTIVA. En “La sociedad de los poetas muertos”, los jóvenes descubren un mundo fascinante. OTRA PERSPECTIVA. En “La sociedad de los poetas muertos”, los jóvenes descubren un mundo fascinante.
24 Febrero 2008
Tras una investigación de dos décadas, un profesor estadounidense volcó en un libro ("Lo que hacen los mejores profesores universitarios") sus experiencias en el aula y detalló cuáles son -a su criterio- las cualidades que debe tener un buen docente.
Considera que un buen profesor es el que formula una cuestión, intenta que el estudiante comprenda la importancia de ella y lo involucra para que profundice en el tema. Por el contrario, un mal docente “llega a la clase y da la respuesta a una pregunta que nadie hizo”.
Bain descubrió que los mejores profesores tienen la habilidad principal de hacer preguntas claves y provocadoras. Recuerda que en sus épocas de estudiante se sentía muy motivado a aprender con ciertos profesores. Por el contrario, con otros no aprendió casi nada. “Mi experiencia personal me demostró que los buenos profesores pueden ciertamente hacer una gran diferencia”, declaró en una entrevista.
Luego, cuando ya estaba en el papel de profesor de historia, no se limitaba a exponerles a sus alumnos una serie de hechos. Una de las preguntas que les hacía, por ejemplo, era: “¿Por qué los seres humanos van a la guerra?”
Esa pregunta los hacía pensar y reflexionar. “Pedirles que sólo memoricen hechos o libros no ofrece un ambiente estimulante -afirmó-. Un profesor de Harvard, que es considerado excelente por sus estudiantes, una vez me dijo que él comienza su curso preguntando a los estudiantes: ‘¿Qué es justicia?’ Esta pregunta ha generado debates muy interesantes”.
Bain también suele utilizar la técnica de juegos de rol para enseñar. Al asumir un rol activo, los estudiantes se ponen a sí mismos dentro de un momento histórico y sus complejidades. Luego los estudiantes no sólo actúan sino que reflexionan. En ciertas ocasiones, hace preguntas amplias como: “¿Cuáles son las fuerzas en la historia que han moldeado a nuestras civilizaciones?“ La variedad de respuestas y la participación de los estudiantes es, a su juicio, lo que provee un ambiente de aprendizaje interesante.  “La meta es hacer que los estudiantes estén cautivados con las situaciones -afirma-. Todo ser humano tiene una curiosidad natural. Necesitamos rescatar esa curiosidad que teníamos cuando éramos niños y que todavía permanece en todos nosotros; esa fascinación por lo desconocido. Un buen profesor recurre a esa curiosidad, a la habilidad del estudiante de explorar su propia curiosidad”.
Bain considera que los estudiantes aprenden con mayor profundidad cuando tratan de resolver problemas que encuentran fascinantes, importantes o maravillosos, y también cuando los profesores les permiten opinar una y otra vez.

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