Las ambiciones de Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile de organizar la Copa del Mundo 2030 recibieron un guiño cuando se confirmó que Arabia Saudita se retiró de la carrera y se lo comunicó a sus socios de la candidatura conjunta, Grecia y Egipto. Lo que enciende las alarmas en Sudamérica es que los árabes consideraron que no podrían competir contra España, Portugal y Marruecos, a los que consideran los más fuerte.

Saudíes, griegos y egipcios podrían enfocarse ahora en la candidatura para la Copa del Mundo de 2034 y, desde Europa, confían en que esta decisión fortalecería las posibilidades de los españoles, junto portugueses y marroquíes.

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La lucha de los tres países europeos por la sede del Mundial 2030 tendrá ahora como únicos rivales a la candidatura sudamericana integrada por Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay, que pelearán por organizar el torneo en conmemoración al centenario de la primera Copa del Mundo de 1930.

Según anunciaron los dirigentes del fútbol saudí, el país se retira porque consideran que esa fecha es “el año de Europa”.

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“Se ejerció una presión muy grande para que España y Portugal se hicieran cargo de la organización”, argumentaron los saudíes tras retirarse e informar a Grecia y Egipto al respecto, mensaje que estuvo a cargo de su ministro de Relaciones Exteriores, el príncipe Faisal Bin Farhan.

Arabia Saudí, que se iba a hacer cargo de buena parte de las obras de infraestructuras en Egipto y Grecia, se baja a siete años de su realización, pese a que está reforzando y mucho su liga de fútbol, con la llegada de figuras como el portugués Cristiano Ronaldo, y los franceses Karim Benzema y Ngolo Kanté.