Cuando Rodrigo Rivero pitó el final, Pablo Frontini (foto) salió despedido rumbo al vestuario. En el camino aplaudió una, dos, tres veces, saludó a los plateístas y se metió en el túnel.

San Martín de Tucumán: con buen juego se prende en la pelea

Se lo notaba feliz y así lo hizo saber cuando ingresó en la sala de conferencias. “Mi satisfacción más grande es ver reflejado en la cancha, por los jugadores, lo que uno pretende”, dijo ante una consulta de LA GACETA. “En el primer tiempo me fui muy conforme porque habíamos hecho lo que debíamos. Forzamos situaciones que queríamos forzar; estuvimos cortos para recuperar la pelota, lo hicimos rápido y lejos de nuestro arco. Atacamos bien en los sectores que debíamos y fuimos punzantes”, afirmó resaltando un dato que lo llena de orgullo: “la tapada de Darío Sand fue la primera en nuestro proceso. Eso marca que el equipo está bien”.

San Martín de Tucumán: a Dening le sobran goles y espera seguir de racha

Al “santo” le faltó eficacia para cerrar el partido con mayor tranquilidad y con un resultado mucho más holgado. Eso, quizás, fue lo único que no lo dejó pleno. “Teníamos el costado izquierdo libre para atacar y muchas veces encontramos mucha superioridad. El partido debió haber terminado con un resultado mucho más amplio; tenemos que mejorar en la toma de decisiones”, advirtió, intentando mantener la calma pese a los nueve puntos sobre nueve y a no haber recibido goles hasta acá. “Tuvimos un gran primer tiempo, pero no es el ideal de lo que pretendo -sostuvo-. Me gustaría más y entiendo que estos jugadores pueden darlo”.