En medio de diversos estudios científicos sobre cómo sería la forma del universo, desde el Observatorio Vaticano anunciaron que están realizando investigaciones espectroscópicas para determinar si más de 1.000 estrellas brillantes sospechosas podrían albergar sus propios mundos. Desde la institución pretenden dibujar un mapa con los nuevos planetas del universo.

La extraña y llamativa forma que podría tener el universo, según un estudio

Según explican desde el Observatorio Vaticano en una nota de prensa, las estrellas “cuentan historias sobre sí mismas y, a veces, sobre sus planetas aún por descubrir”. Por eso, los científicos vaticanos han decidido embarcarse en una investigación de posibles estrellas que alberguen planetas. “Dado que las estrellas y sus planetas se forman juntos, se planteó la cuestión de si la existencia de determinados elementos químicos en una atmósfera estelar, o sus proporciones isotópicas o de abundancia, son indicativos de un sistema planetario”, explicó el investigador principal Prof. Klaus G. Strassmeier.

Los astrónomos trabajan sobre la tesis de que la cantidad de diferentes elementos químicos dentro de una estrella puede indicar la presencia de planetas terrestres -mundos rocosos como la Tierra o Marte- y sugerir, además, la edad de dichos planetas.

La investigación de las 1.100 estrellas que albergan posibles planetas espera dar pronto sus frutos. En este sentido, el científico Strassmeier ha concluido: «Aunque llevará algún tiempo analizar completamente los datos del sondeo, esperamos anunciar pronto nuevos descubrimientos«.

Qué es el Observatorio Vaticano

Con sus más de 130 años de existencia, el Observatorio Vaticano– que tiene su sede principal en el Palacio de Castelgandolfo, la residencia que antes del Papa Francisco usaban los pontífices para refugiarse del tórrido verano de Roma- es una de las más antiguas instituciones astronómicas del mundo. Pocos saben que en sus instalaciones se conservan cerca de 150 kilos de material extraterrestre y que su colección de meteoritos - formada por más de 1.500 piezas y fragmentos- es de las más importantes del mundo. Pero, además, también tiene entre manos una importante tarea de catalogación astrográfica: dibujar un mapa con los nuevos planetas del universo.