“Lo dije y lo repito: el problema no son los nombres, sino el plan. Y este gobierno carece totalmente de una hoja de ruta para la economía, la producción y el futuro del país. La llegada de Sergio Massa a un superministerio es un intento casi desesperado por darle fortaleza política a una coalición que fue arrasada por sus peleas y por la realidad. No soy optimista sobre lo que viene, lamentablemente”.

La definición pertenece del diputado Roberto Sánchez (UCR), quien realizó un primer análisis sobre los cambios en el gobierno y la llegada de Massa a un ministerio con varias áreas de incumbencia. 

“Hay que ver como se termina acomodando el oficialismo. Pero está claro que el poder del presidente está diluido, que el Jefe de Gabinete ha perdido toda centralidad y que el nuevo ministerio conducirá la política. La gran pregunta es que rol cumplirá Cristina Kirchner, cuyo poder de veto y de daño sigue intacto”, expresó.

Sánchez insistió en la necesidad de recuperar confianza pública en la marcha del país. “Hay un gobierno que no cuida ni a sus propios funcionarios, imagínense si van a cuidar a los argentinos. Necesitamos un poco de paz, de cordura y de gestión. No se puede seguir gobernando sin brújula”, concluyó.