UVALDE, Estados Unidos.- El presidente estadounidense, Joe Biden, trató de reconfortar a las familias de Uvalde, en el sur de Texas, tras el tiroteo en una escuela más mortífero de la nación en una década, mientras las autoridades federales anunciaban que revisarían la lenta respuesta de las fuerzas del orden locales al ataque.

"Debería haberme matado a mí", afirmó el padre del autor de la masacre de Texas

La ira ha ido en aumento por la decisión de las autoridades en Uvalde, que permitió que el tirador se quedara en un aula durante casi una hora, mientras los agentes esperaban en el pasillo y los niños y los maestros dentro del salón de 4° grado hacían llamadas al 911 para pedir ayuda.

Texas: los alumnos relataron el horror del tiroteo

El presidente y la primera dama, Jill Biden, sollozaron junto a los familiares de quienes perdieron a sus hijos, mientras visitaban los monumentos conmemorativos de la escuela Robb, donde el tirador mató a 19 estudiantes y a dos maestras. Allí depositaron rosas blancas y presentaron sus respetos en santuarios improvisados para las víctimas.

Masacre en Texas: lanzan una colecta para ayudar a los hijos de una de las maestras asesinadas

“Hagan algo”, le gritaron desde la multitud que se agolpó en el exterior de la iglesia católica del Sagrado Corazón cuando Biden salía de la misa. “Lo haremos”, respondió el mandatario.

La policía dice que Salvador Ramos, de 18 años, entró en la escuela, el martes, con un rifle semiautomático AR-15 después de haber matado a su abuela.

Las versiones oficiales sobre la respuesta de la policía al tiroteo han variado mucho. El domingo, el Departamento de Justicia dijo que revisaría la respuesta de las fuerzas del orden locales a petición del alcalde de Uvalde, Don McLaughlin.

Masacre de Texas: una nena se cubrió con sangre y se hizo la muerta para sobrevivir

El tiroteo de Uvalde ha vuelto a situar el control de las armas en lo más alto de la agenda a nivel nacional, pocos meses antes de las elecciones de mitad de mandato, que tendrán lugar en noviembre. El demócrata Biden ha pedido en repetidas ocasiones que se realicen reformas importantes en las leyes de armas de Estados Unidos, pero no ha podido detener los tiroteos ni convencer a los republicanos de que controles más estrictos podrían frenar las matanzas.

Biden estuvo acompañado por el gobernador de Texas, Greg Abbott, un republicano que se opone a nuevas restricciones a las armas. “Necesitamos ayuda, gobernador Abbott”, gritaron algunos de los asistentes cuando Biden llegó a la escuela. Otros le agradecieron su presencia a los gritos cuando llegó a la escuela.

Habló la mamá del autor de la masacre en Texas: "No era un monstruo"

Cuando se le preguntó si tenía un mensaje para Biden, Bella Barboza, de 11 años, que era amiga de una de las víctimas, dijo que tiene miedo de ir a la escuela e instó al cambio. “Este mundo no es un buen lugar para que los niños crezcan”, señaló.

Destacados republicanos como el senador estadounidense Ted Cruz, de Texas, el ex presidente Donald Trump y el propio Abbott rechazan los llamamientos a a que se tomen medidas de control de armas y, en su lugar, han sugerido invertir en la atención de la salud mental o reforzar la seguridad en las escuelas.

Trump, en la reunión anual de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), el principal lobbista a favor del uso libre de armas e importante donante de los congresistas, principalmente republicanos, que Estados Unidos debería facilitar el confinamiento de los “trastornados”, eliminar las zonas escolares libres de armas y colocar oficiales armados en cada escuela.

Ramos no tenía antecedentes penales ni enfermedades mentales, pero había publicado mensajes amenazantes en sus redes sociales. (Reuters)