La pandemia de coronavirus ha consumido las ganas y los recursos de los sistemas sanitarios del mundo entero. De hecho, relegó las luchas contra otras enfermedades, como la tuberculosis, considerada la más mortífera de las infecciosas hasta la llegada de la covid-19, explica el doctor Héctor Sale, jefe del Servicio de Neumonología del Hospital Avellaneda. Tras la conmemoración del Día Mundial de la Tuberculosis, el médico advierte sobre la necesidad de recuperar la detección y el tratamiento de los pacientes. “La tuberculosis lastima principalmente a los pulmones y se manifiesta con una tos crónica, durante más de 15 días, fiebre prolongada, especialmente de noche, y pérdida de peso”, describe. Además, puede afectar a otros órganos, como los riñones, el cerebro y la columna vertebral, añade.

Más allá del coronavirus: advierten sobre la necesidad de detectar y tratar la tuberculosis

“Constituye un grave problema de salud pública, ya que muchos infectados pueden contagiar a gente con comorbilidades. En la Argentina, se notifican aproximadamente 12.000 casos anuales, de los cuales unos 300 son detectados en Tucumán. En promedio, el 80 % de los enfermos son adultos”, prosigue Sale.

Tuberculosis: lejos de ser una enfermedad del pasado

- ¿Qué hemos aprendido de las pandemias de ayer y de hoy?

- Las pandemias pasadas y la presente nos han dejado un sabor amargo por el enorme daño que nos han provocado como humanidad, especialmente por las pérdidas de vidas, por los enfermos que quedan con secuelas, por las repercusiones en las actividades económicas y laborales y por el impacto en la educación. Hay que aprovechar el impulso de esta crisis sanitaria y reconocer que la infraestructura en salud pública es prioridad.

Peligra la lucha contra la tuberculosis

- ¿Qué ha cambiado tras el coronavirus?

- Hasta antes de 2020, la tuberculosis era la enfermedad infecciosa que más muertes provocaba, especialmente entre los inmunocomprometidos. Instalado el coronavirus, se nubló más el panorama: vimos muchos infectados de covid que padecían, además, cuadros de tuberculosis avanzada debido a que no habían consultado oportunamente por la pandemia. Los tucumanos, al igual que lo que ocurre en otros países, aún no podemos desterrar a esta enfermedad milenaria, que tiene infectada a un tercio de la población mundial.

La tuberculosis puede curarse, afirman expertos

- ¿Cuánto se tardará en revertir lo que se ha perdido con la pandemia?

- Se debe tener en cuenta que un enfermo de tuberculosis no tratado puede infectar a 15 personas en un año. Y que debido a las dificultades socioeconómicas y a la mala adherencia de los pacientes al tratamiento, se están propagando formas de tuberculosis resistentes, para las que se requiere de atención más compleja y prolongada.

“Es curable y prevenible. Para eso, se deben combatir los determinantes sociales y proteger a las personas de riesgo”, concluye Sale.