Un magistrado del Colegio de Jueces de la Capital ordenó que un imputado por amenazas a su pareja siga detenido hasta que se coloque un dispositivo electrónico dual.

El juez Penal Federico Moeykens condicionó la libertad del acusado a que acceda a este dispositivo, utilizado en casos de violencia de género. En esa línea, exhortó al Poder Ejecutivo (PE) a “gestionar el faltante de estos equipos”. Según se informó, en la actualidad hay alrededor de 145 dispositivos colocados (cinco enviados para arreglo) y no hay stock.

El fallo sostuvo que “una situación así obliga a juzgar con perspectiva de género (…) Requiere la adopción de medidas en forma rápida, ágil e integral, siendo suficiente para su dictado la sospecha de maltrato o la situación de riesgo”. La decisión del juez se sustentó en un análisis del equipo interdisciplinario de la Oficina de Violencia Doméstica.

La resolución judicial destacó también que la afectada era víctima de amenazas y maltrato psicológico, y que la violencia se presentaba de manera periódica, crónica y cíclica, según lo expresado por la víctima, quien pudo ser escuchada durante el transcurso de una audiencia realizada de manera visual. Ahí, expresó su temor a que esta situación continúe.

La medida preventiva se dispuso por el plazo de 30 días conforme a lo solicitado por el Ministerio Público Fiscal (MPF), a fin de que pueda avanzar la investigación penal y para que la víctima transite en paz el proceso judicial.

Moeykens advirtió, a la vez, la falta de dispositivos duales de geoposicionamiento para prevenir que los casos de violencia de género continúan siendo un problema en la provincia.

La Provincia cuenta con 145 dispositivos implementados (colocados) y no hay stock, de acuerdo a fuentes oficiales.

Asimismo, explicaron a la vez que con la entrada en vigencia del nuevo Código Procesal Penal se multiplicó la cantidad acusados, por lo que la Policía se vio obligada en muchos casos a custodiar a quienes cumplen detención domiciliaria.

Por ello, el magistrado exhortó al Ministerio de Seguridad y otros organismos a que “arbitren los medios necesarios para normalizar la situación de falta de dispositivos electrónicos duales, con el fin de prevenir los casos de violencia de género”.

Los dispositivos duales (tobilleras) están compuestos por dos unidades de rastreo, una para la víctima y otra para el agresor, el que también lleva un transmisor (brazalete o tobillera). Las ubicaciones de la víctima y del agresor se supervisan de manera permanente desde los centros de monitoreo. Se configuran zonas de exclusión en virtud de las restricciones de acercamiento dispuestas por la Justicia, y cuando el agresor transgrede la distancia establecida en esa orden se activa una alerta que determina la intervención del personal policial para brindar protección a la víctima.

En general las restricciones, se fijan en un radio de 500 metros alrededor de la víctima.