El marco regulatorio del cannabis medicinal y cáñamo industrial recibió el aval de la Cámara alta con 56 votos a favor y pasó a la Cámara de Diputados, con el apoyo del Frente de Todos y Juntos por el Cambio mientras que otros senadores de ese interbloque opositor votaron en contra. En el debate, la senadora del FdT Anabel Fernández Sagasti aseguró que “lo más importante es que en un estudio de la UBA se afirma que en un desarrollo a mediano plazo en el país se pueden generar 10.000 puestos de trabajo y un mercado de interno de unos $ 500 millones anuales a mediano plazo, lo que es una gran noticia”. Se apunta a generar una nueva industria con trabajo y producción nacional, y entre los objetivos de la norma está el darle un marco legal que autorice -a través de un esquema regulatorio- las etapas de siembra, cultivo, cosecha, producción, almacenamiento, transporte, comercialización, importación, exportación y posesión de semillas de cannabis, de la planta de cannabis, y de sus derivados, con fines de aplicación medicinal, terapéutica, paliativa o de investigación científica.