Cuando el mundo era todavía normal, Eduardo Sacheri se subió a su Volkswagen Up y viajó al sur del país. Quería saber cómo eran las rutas que había elegido para el viaje de Federico, el protagonista de su nueva novela, El funcionamiento general del mundo.

Federico, el protagonista, emprende un viaje rutero con sus hijos adolescentes para despedir a una docente recién fallecida y con gran influencia en su vida. En el camino les cuenta (y nos cuenta) el por qué de su importancia. En casi 500 páginas una historia se superpone a la otra. Relatos paralelos dignos de compartir entre padres e hijos. Un hombre separado que carga con los reclamos de sus hijos. Hay silencios, hay amistad, hay complicidades. Federico, Candela y Joel reconstruyen el lazo familiar a bordo de un pequeño automóvil.

La profesora se convertirá para Federico en el referente adulto. No tiene padre. Vive con su mamá ausente y un abuelo golpeador y alcohólico. Siempre al borde del precipicio, su casa no es un hogar sino un escondite. La docente, entonces, le irá enseñando cuestiones que van más allá del aula con una herramienta popular: el fútbol. El trabajo o juego en equipo, los goles que uno erra en la vida, los que le hacen. “Jugar es como entender el funcionamiento general del mundo”, coincidirán.

Apurado por llegar a tiempo al velorio, Federico se dejará llevar por la alegría de sus hijos jugando en la nieve. Ya no se desespera por seguir manejando; están en tiempo de descuento pero al padre lo único que le importa es mirar a sus hijos reír. En esas líneas, que se vuelven emocionantes, es posible que el lector pueda vislumbrar cómo funciona más o menos el mundo.

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NOVELA EL FUNCIONAMIENTO GENERAL DEL MUNDO

EDUARDO SACHERI (Alfaguara - Buenos Airera - Buens)