Después de varias denuncias de una víctima de violencia de género y tras las reiteradas oportunidades que el agresor violó la restricción de acercamiento, la justicia decidió colocar una tobillera electrónica al acusado.

Se trata del primer dispositivo dual de geolocalización que se coloca a una persona denunciada por violencia de género en el marco de un proceso civil, en Monteros.

El 11 de junio pasado, la titular del Juzgado de Familia, Mariana Rey Galindo, ordenó la colocación de la tobillera electrónica, luego de que, en marzo, la víctima denunciara las reiteradas oportunidades en que el agresor había incumplido la cautelar de protección de persona.

Este dispositivo permite que el Centro de Monitoreo acceda y fiscalice a su ubicación en tiempo real y es, en consecuencia, un medio para garantizar que el agresor respete la restricción de acercamiento hacia la víctima, fijada por la jueza en un radio de 1.000 metros.

Para efectivizar esta disposición, Rey Galindo ordenó que se enviaran oficios al Ministerio Público Fiscal y al Ministerio de Seguridad de la Provincia, organismos que tienen a su cargo la implementación del programa para la prevención de violencia de género.

La colocación de tobilleras no es frecuente allí debido a la poca disponibilidad de estos dispositivos, que se destinan principalmente al municipio capitalino.