¿Cómo fue la evolución de precios de la carne vacuna durante la pandemia? Al analizar  las variaciones mensuales a lo largo de 2020 y de los primeros cinco meses de este año, se observan incrementos significativos de la carne vacuna durante enero (7,6%), marzo (5,6%), abril (9,2%), noviembre (7,7%), diciembre (20,2%) todos de 2020, y enero y marzo de 2021 (6,3% y 7,3% respectivamente).  A su vez, en mayo, los cortes cárnicos experimentaron un aumento de 5,9%. En base a los precios promedio mensuales relevados por el Instituto de la Carne Vacuna (IPCVA) relativos a los cortes seleccionados y categorizando en cortes “caros, intermedios y económicos”, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) reveló que, durante mayo, los cortes intermedios y caros son los que menos han aumentado, 5,3% y 5,7% respectivamente, mientras que el incremento de los cortes económicos alcanzó 7,8%. Junto a ello, el pollo (un sustituto a la carne vacuna), tuvo menor variación, ya que incrementó su precio 1,7%. Es menester mencionar que la canasta utilizada para la ponderación incluye una mayor proporción de cortes “intermedios”, algunos de los cuales anotaron importantes subas (como la tapa de asado, picada especial y cuadrada) que, por su peso relativo en la estructura de consumo, tuvo particular incidencia en el promedio ponderado. Se incluyó la carne aviar -el pollo-, dado los elevados niveles de consumo por parte de la población y su carácter de bien sustituto.

Precisamente, tomando como referencia el carácter sustituto del pollo respecto de los cortes vacunos, se analizó la evolución de precios del pollo fresco entero respecto al principal corte vacuno consumido: el asado. Lo que se observa es que la brecha superó en mayo los elevados niveles de enero de 2021. Es decir, si en ese mes, 1 kilo de asado equivalía a 3,70 kilos de pollo, en mayo de 2021, la equivalencia ascendía a 3,79 kilos de pollo. El encarecimiento relativo del asado respecto al pollo fue del 21% interanual. En la relación respecto al mes anterior, el incremento de 3,6% se debe simultáneamente al aumento del 5,5% del precio del asado contra un incremento moderado de 1,7% en el precio del pollo, lo cual redunda en un abaratamiento relativo del segundo respecto al primero durante el mes de abril, señala el informe del Observatorio de Precios del CEPA.

¿Cómo se comportó el precio de los cortes considerados caros? En general, los aumentos fueron parejos y cercano al promedio mensual. Así, por caso, el peceto costó un 6,6% más, seguido por bola de lomo (6%), lomo (5,7%, colita de cuadril (5,1%) y cuadrada (5,6%) y un aumento menor al promedio en matambre (3,5% y vacío (4,5%).

En relación con los cortes vacunos de precio intermedio, se registra que los incrementos tuvieron un comportamiento dispar. Los principales aumentos se encuentran en bife angosto (7,2%) y la picada especial (7,5%), y un incremento menor al promedio en tapa de nalga (4,5%) y tapa de asado (4,5%).

En el caso de los cortes económicos, la evolución nominal de precios fue superior a las otras categorías analizadas. Los principales aumentos se dieron en los cortes de osobuco (9,9%) y picada común (8,7%), en un escenario donde en todos los cortes las variaciones superaron al promedio de aumentos de la carne vacuna en su conjunto, puntualiza el reporte al que accedió LAGACETA.COM.

En términos interanuales, es decir respecto de mayo 2020, la variación de precios nominales de la carne (+76,6%) se movió muy por encima de la variación de precios del período (+47,3% aproximadamente), lo cual implica un encarecimiento de los diversos cortes en términos reales. A la cabeza de los aumentos sobresalen cortes de alto consumo popular como el asado (92,6%), matambre (80,2%) y vacío (84,6%).

Frente a los reajustes de precios, durante el mes pasado el Gobierno suspendió las exportaciones de carne, una medida que aún no se ponderó en la medición de los precios.  Según el CEPA la explicación a los incrementos del valor de la carne para consumo interno está relacionado con el aumento de las exportaciones producto de la mayor demanda por China convierte a la carne en un cuasi commodity, atando el precio local al precio exportable. La demanda china representa en la actualidad el 75% de las exportaciones de nuestro país.

Adicionalmente, vale mencionar que China compra variados cortes, a diferencia de la demanda histórica del sector en términos de exportación. Los datos de Indec muestran que en 2019 y 2020, entre el 35% y 40% de las exportaciones a China correspondieron a cortes muy consumidos en la Argentina como nalga, bola de lomo, cuadrada, asado, bife angosto y ancho, peceto, vacío, lomo, cuadril, colita de cuadril y matambre.

El crecimiento de las exportaciones se conjugó con un escenario donde nuestro país pasó de dos animales por cada habitante en 1976 a 1,2 en la actualidad (INTA Balcarce), con 10% menos de tierras dedicadas a la actividad y con límites materiales a la posibilidad de extender de la frontera ganadera. Es decir, en un escenario de limitación para mejorar la producción, las exportaciones se quedan con una parte de los cortes enviados al mercado interno, considera el CEPA.

Este incremento en el volumen exportado tensiona la política comercial, ya que, por un lado, mejora la balanza comercial proveyendo de una parte de las necesarias divisas que requiere el país, pero, por otro lado, impacta en los precios internos como se analizó previamente, puntualiza.

La decisión de cerrar las exportaciones reavivó un debate en el seno mismo del sector. Por un lado, los principales frigoríficos -históricamente exportadores- plantearon la necesidad de limitar el acceso a la exportación de los nuevos frigoríficos, algunos de los cuales que implementan la operatoria del rulo ganadero mencionado. Pero la propuesta de introducir cupos de exportación para evitar esa operatoria sólo favorece la consolidación de la concentración preexistente entre los frigoríficos exportadores. Es decir, las medidas corren el riesgo de favorecer a un puñado de frigoríficos que concentran la exportación: el 65% de las mismas las llevan adelante 10 frigoríficos, todos integrados en el consorcio ABC, señala el diagnóstico privado.

A criterio del CEPA, la recuperación económica y particularmente de los salarios desde fines de 2020 en adelante fue interpretado por algunos actores económicos como bandera de largada para el aumento de precios. El precio es el mecanismo de transferencia de ingresos por excelencia por lo que este comportamiento, que podría encuadrarse en lo que se denomina puja distributiva, se orienta a mejorar niveles de rentabilidad.