La producción de Córdoba en cine es admirable, genera envidia de cómo se puede realizar lo que parece imposible. Tucumán, considerando que reproduce permanentemente un festival que nos reconocen, como es el Vallejo, ¿de qué nos sirve, si se niega trabajo a los que generan este hecho artístico? Cada año se niega y es casi una utopía creer que nos pueden solventar.

Carlos Rubén Ávila

rubenavila20@gmail.com