DE AVANZADA.- Cuando el 10 de diciembre de 1939 se inauguró el actual Mercado del Norte, se dejó atrás casi un siglo de construcciones precarias que albergaron lo que siempre fue un centro de compras de productos frescos, Se abrió una moderna edificación con adelantos sanitarios (como azulejos y mármoles en las paredes) y de diseño y ornamentación (racionalista con toque art decó). Lo que fue un notable adelanto en su época quedó vetusto y anticuado con el tiempo, producto del descuido y la falta de mantenimiento de sucesivos Gobiernos y administraciones de los propios puesteros, hasta este presente incierto.

PRIMEROS CAMBIOS.- Muchas manos tocaron el inmueble, como cuando comenzaron a instalarse oficinas municipales en la década del 70 en espacios que no estaban previstos para ese fin y que fueron alterados (fue dos décadas antes de que pasase a gestión de la Municipalidad capitalina, lo que ocurrió en 1991). En 1972 ya se hablaba de remodelar el lugar y en 1978, de privatizarlo.

RETRANQUEO.- Medio siglo después de su apertura, en 1987 (durante la gestión municipal del radical Rubén Chebaia), se retranqueó todo su frente; se incorporaron vidrieras en los locales externos; se sacó la piedra que recubría los muros y se recubrieron columnas y espacios con metal, distorsionando su estética. Puertas adentro hubo construcciones que alteraron el diseño original en los pisos superiores y en las terrazas. Se perdió buena parte de la ventilación interior del mercado y aumentó la temperatura, lo que derivó en la colocación de aires acondicionados. En esa época se registraron los primeros anegamientos del subsuelo, problema irresuelto (por el contrario, agravado) que continúa actualmente.

BIEN PATRIMONIAL.- Por la ordenanza 1.773/91 el Mercado es Patrimonio de la Ciudad, y toda modificación tiene que ser tratada por el Concejo Deliberante de la capital. En 2005, el edificio fue declarado Patrimonio Histórico Provincial por Ley 7.535, lo que implica que no puede ser demolido.

ANUNCIOS Y PROMESAS.- La intervención federal de Julio César Aráoz acordó en 1991 con los puesteros terminar las remodelaciones pendientes del 87, y se formó la Cooperativa para ese fin. Una década después los comerciantes se volvieron a comprometer a invertir en su remodelación. En el medio, durante los mandatos de los republicanos Oscar Paz y Raúl Topa, se escucharon voces que pedían levantar un shopping en el predio, similar al Patio Olmos cordobés.

EL TIEMPO DE AMAYA.- El período del peronista Domingo Amaya como intendente fue agitado: en 2004 se anunció que había empresarios de Holanda y de Israel interesados en aportar capital; dos años después, los puesteros presentaron un proyecto de remodelación; y a fines de 2008 se resolvió que las concesiones de los puestos caducaban en enero de 2009 y que se iba a desalojar el predio para construir un nuevo centro comercial, lo que fue resistido por los comerciantes. Organizados en una Asociación de Puesteros, acciones judiciales mediante lograron prorrogar su situación precaria hasta ahora. Algunos puestos se vaciaron y nunca fueron reemplazados, lo que derivó en zonas vacantes dentro del inmueble.

LA GASTRONOMÍA DEL NOA.- En el Plan Estratégico Urbano Territorial presentado en 2016 (ya con Germán Alfaro en la intendencia), elaborado tras multitudinarios debates de varias jornadas de referentes de distintos sectores, se planteó la “Recuperación y puesta en valor” del mercado, con su “reacondicionamiento interior para promoverlo como centro de atracción turística (gastronomía típica del NOA)”. Hace dos años venció la tenencia precaria de los puestos, y se los debe licitar. Mientras tanto, no se paga alquiler ni canon por los locales a la Municipalidad.