Todos los años pasa lo mismo: llegamos a la cena de Nochebuena con “la lengua afuera” de tanto correr y agotados con los preparativos. Nunca es “buen negocio”, pero este año ya trajo suficiente estrés, ¿verdad? Si estamos teniendo todos los cuidados para -por fin- reunirnos con algunos de nuestros seres queridos... ¿qué tal si le hacemos caso al dicho “tengamos la fiesta en paz”? Un poco de planificación y algunos trucos pueden lograr una cena navideña sabrosa, saludable... y más relajada. Pero sin dejar de lado los cuidados: queremos que sea una fiesta, no el inicio de una cadena de contagios.

Ahorrar tiempo

“Cocinar estos días y mandar al freezer es una buena estrategia: permite ganar tiempo, matar potenciales microorganismos con la cocción y proponer alternativas frescas para la cena... como los arrollados de pollo, o de matambre”, aconseja Laura Cordero, licenciada en Nutrición y especialista en Salud Social y Comunitaria. También se puede aprovechar un asado del “finde”  previo y cocinar carne extra o unos pollos (de paso te ahorrás la prendida de horno), para armar sanguchitos o acompañar con salsas (Ver “Humus...”) y ensaladas.

Hablando de ensaladas:

1.- Lavá minuciosamente las verduras de hoja y los tomates... un par de días antes. Van a resistir ente tres y cinco jornadas en la heladera si las secás (mejor con una centrífuga) y las ponés en un envase con papel de cocina para que absorba la humedad. “Si las hojas se guardan enteras, duran más”, destaca Cordero.

2.- También podés rallar zanahorias lavadas y peladas con anticipación...

3.- A la hora de llevarlas a la mesa no condimentes las ensaladas, porque se van a “achicharrar” con el paso del tiempo, y si te sobran, tendrás que tirarlas -aconseja Cordero-; mejor dejar los condimento en un sitio accesible y que cada uno aliñe a su gusto. Y hablando de condimentos: dado que para preparar mayonesa se usan huevos crudos,  lo que necesita asegurar cadena de frío y buen manejo de los ingredientes, te proponemos  (ver “Podés tener listo...”) una versión vegetariana.

El panorama del 24

Anuncian tormentas asiladas para la noche del 24, así que el jardín no es buena idea. Lo ideal sería galería, para minimizar los riesgos de covid, y suficiente espacio entre uno y otro. El Ministerio de Salud de la Nación recomienda además no compartir vajilla, ni tomar de la misma botella o lata.

“Otra buena medida es no colocar fuentes en el medio de la mesa, sino que alguien -con barbijo- vaya sirviendo, así se mantienen las distancias y no se confunden utensilios”, aconseja Alejandra Rodríguez, jefa del Departamento Nutrición del Ministerio de Desarrollo Social de Tucumán. “También es importante que cada uno pueda reconocer su vaso y use siempre el suyo.  Se puede usar vasos descartables y escribir cada nombre con felpón indeleble -agrega-. O colocar en el pie de las copas cintas de un color diferente para cada uno. Lo importante es que se pueden individualizar”.  No es tan complicado, y es algo en lo que bien pueden ayudar los chicos...

“Otra opción para bajar riesgos de covid-19 es armar una mesa como de buffet, con las comidas en pequeñas porciones, y que cada uno se sirva en su plato (con el barbijo puesto)... De esa manera, nadie habla sobre las fuentes de comida”, propone Cordero y destaca que con la pandemia hay cuidados especiales que conviene tener al momento de la preparación de los alimentos: “es importante minimizar la cantidad de manos que cocinan para evitar contagios. Este año es preferible que la cena no sea una ‘producción colectiva’, sino el regalo de unos pocos (los menos que se pueda) para el grupo”.

Saludos y brindis

Las emociones del reencuentro y de los deseos de medianoche pueden hacernos olvidar los cuidados que nos debemos unos a otros en la pandemia. “Los saludos, que sean de lejos; tenemos palabras para decirnos cosas: ni abrazos, ni besos, ni apretón de manos. Y al momento de los brindis, levantemos las copas, pero sin chocarlas, porque eso implica acercamiento. Suena fuerte, pero por ahora, lamentablemente, son cosas que no debemos hacer”, aconseja Marta Chorny miembro del Comité de Pediatría Ambulatoria de la Sociedad Argentina de Pediatría.

Arbolitos comestibles: distintas opciones

MESA DE COMIDAS. El estilo buffet permite que cada uno se sirva (con barbijo) y minimiza riesgos de covid-19.

* Verticales: forrar pequeños conos de telgopor con papel de aluminio y pinchar con escarbadientes, por ejemplo, filas de aceitunas, de cubitos de queso  criollo (pueden ser también “bolitas” de mozzarella) y de tomatitos cherry. Otra opción, que combina dulce y salado, son cubos de queso sardo alternados con uvas blancas y negras; o arbolitos capresse: mozzarella, tomatitos cherry y hojas de albahaca. En la base de los arbolitos pueden ir galletitas saladas para acompañar.

*Horizontales: es un modo diferente de presentar una clásica picada: sobre la tabla de madera, armar hileras cada vez más angostas (así logramos el triángulo) con los diferentes ingredientes. “Una opción saludable es usar ternera hecha en casa y tiritas de pollo, por ejemplo, y sumar frutos secos en lugar de papas fritas de paquete”, recomienda Laura Cordero, licenciada en Nutrición y especialista en Salud Social y Comunitaria.

Humus de colores: salsas livianas para reemplazar la mayonesa

“Las legumbres son un modo barato y saludable de incorporar proteínas; además de vitaminas (del complejo B), minerales (hierro, zinc y calcio), fibra”, destaca la licenciada en Nutrición Alejandra Rodríguez. Y si les sumamos hortalizas, además de nutrientes conseguimos color. Y ya sabemos: la comida también entra por los ojos. 

Para el humus clásico que conocemos como puré de garbanzos, necesitás procesar los ingredientes en esta proporción: 500 g de garbanzos cocidos, 50 g de sésamo tostado; 2 cucharadas soperas de aceite de oliva y el jugo de un limón; dos dientes de ajo sal y una pizca de comino. Si a parte de esta base le agregás una taza de zanahorias cocidas al vapor, por un lado, y una de remolachas hervidas y peladas, por otro, ya tenés tres variantes. Y si en lugar de garbanzos utilizás arvejas frescas (o congeladas), tendrás una versión verde brillante.

Podés tener listo con tiempo...

- Mayonesa sin huevo: licuar 175 gramos de yogur natural sin endulzar, una cucharadita de mostaza, una cucharada de jugo de limón, sal y pimienta negra a gusto, e ir agregando en forma de hilo (como en una mayonesa "normal") aceite de oliva hasta que se forme la emulsión (serán aproximadamente unas 5 cucharadas soperas).

- Huevos duros (para rellenar o para ensaladas).

- Tomates secos rehidratados en aceite de oliva, romero y ajo (podés inventar más combinaciones).

-Aceitunas “aliñadas” con ajo, comino, orégano, pimentón y un poco de ají molido, en un frasco con aceite hasta el 24.

- Pimientos asados (verdes, rojos, amarillos) en el horno o -mejor- en la parrilla, con aceite de oliva y ajo.

- Queso blanco con ajo, aceite de oliva, hierbas frescas, sal y pimienta  y un trocito de cubito de caldo (con el paso de los días se pone más rico.