La pandemia por covid-19 ha hundido en el desconcierto a la comunidad científica internacional, que semana tras semana logra avances para combatir al virus y para conocer qué le sucede al cuerpo humano cuando la transcurre y, luego, cuando la supera. En las últimas semanas se conocieron casos de reinfección y, también, de pacientes recuperados que manifestaron continuar con algunas dolencias. En España comenzaron a hablar de "covid persistente" para intentar definir a un colectivo, cada vez más grande, de personas que continúan padeciendo síntomas a pesar de que los test digan lo contrario. 

Además de las secuelas informadas en todo el mundo como la fatiga, los latidos cardíacos acelerados, la falta de aliento, los dolores en las articulaciones y la pérdida persistente del sentido del olfato, hay otros pacientes que experimentaron daños en el corazón, los pulmones, los riñones y el cerebro.

Un estudio de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), publicado por Infobae.com, sostiene que fueron más de 200 los síntomas experimentados, por un grupo de alrededor de 2.000 personas recuperadas de covid-19. 

Del grupo de encuestados, 1.834 manifestaron síntomas compatibles de covid persistente. La mitad de los enfermos tenían edades comprendidas entre los 36 y los 50 años de edad.

Al 78% de los encuestados se les hizo prueba diagnóstica, siendo las más frecuentes la PCR que constató en un 73% resultado positivo. Se han registrado hasta un total de 200 síntomas que fluctúan en el tiempo, con una media de 36 síntomas por persona. Las secuelas más frecuentes, según el porcentaje de cada síntoma en relación al total de respuestas fueron:

Cansancio/astenia (95,91%), malestar general (95,47%), dolor de cabeza (86,53%), bajo estado de ánimo (86,21%), dolores musculares o mialgias (82,77%), falta de aire o disnea (79,28%), dolores articulares (79,06%), falta de concentración/déficit atención (78,24%), dolor de espalda (77,70%), presión en el pecho (76,83%), ansiedad (75,46%), febrícula (75%), tos (73,2%), fallos de memoria (72,63%), dolor en el cuello/en las cervicales (71,32%), diarrea (70,83%), dolor torácico (70,12%), palpitaciones (69,85%), mareos (69,36%) y hormigueos en las extremidades (67,28%).

En relación a la afectación de los órganos, el 50% de los encuestados presentó siete áreas afectadas, siendo las más frecuentes los síntomas generales (95%), las alteraciones neurológicas (86%), los problemas psicológicos/emocionales (86%), los problemas del aparato locomotor (82%), los problemas respiratorios (79%), las alteraciones digestivas (70%), las alteraciones cardiovasculares (69%), las alteraciones otorrinolaringológicas (65%), las alteraciones oftalmológicas (56%), alteraciones dermatológicas (56%), alteraciones de la coagulación (38%) y las alteraciones nefrourológicas (25%).

Las causas de la persistencia de los síntomas todavía son inciertas y todavía se desconoce qué tipos de tratamientos serán requeridos para superar, definitivamente, las secuelas del coronavirus.