La pandemia del coronavirus y la recesión que arrastra la economía ha sido un duro golpe para el sector privado. Además del sostenimiento de los costos fijos para subsistir, las empresas vienen reclamando mayor flexibilidad a la hora de cobrar impuestos por parte del fisco, en todos sus niveles. La Dirección General de Rentas acaba de anunciar que extenderá el plan de facilidades de pago hasta el 22 de este mes. Sin embargo, varias cámaras que integran la Federación Económica de Tucumán (FET) han solicitado al Poder Ejecutivo una cuestión que no es menor: que no les pidan abonar las posiciones vencidas desde junio hasta diciembre, sino sólo la última, porque varias de ellas -particularmente las PyME- no están en condiciones de reunir los fondos necesarios para sumarse de ese modo a la moratoria. 

Lo reveló el vicepresidente de la entidad, Héctor Viñuales, tras una serie de conversaciones con los principales referentes de esas cámaras. "El plan de pagos tiene algunas ventajas en reducción de intereses y de multas, pero pagar las boletas acumuladas en seis meses es muy pesado para varias compañías que no están en condiciones de hacerlo", explica. Viñuales remarca que hay voluntad de pago y de regularizar la situación impositiva, pero en condiciones más flexibles y acordes a la realidad económica del país. "Lo ideal es que Rentas acceda a poner como condición, el pago de la última boleta. Creo que eso sería importante para que más empresas se sumen al plan de pagos", acota.

La capacidad operativa de la Dirección General de Rentas ha sido desbordada. Durante los últimos días, los contribuyentes morosos intentaron acogerse al Régimen de Facilidades de Pago que venció el 30 de noviembre pasado. Por eso, el Ministerio de Economía ha decidido utilizar la facultad legal para extender un mes más la moratoria para seguir recibiendo solicitudes por parte de los deudores. "Creemos que la situación de crisis sanitaria y económica que se vive, como consecuencia de la pandemia del coronavirus, amerita la ampliación del plazo, ya que hay predisposición por parte de los contribuyentes para regularizar su situación con el fisco", señala a LA GACETA el ministro de Economía, Eduardo Garvich.

Pese a los inconvenientes que implicó la cuarentena para la actividad económica, la recaudación provincial recuperó su ritmo de crecimiento en los últimos meses y, de acuerdo con los datos oficiales, el aumento interanual de los ingresos estuvo en el mismo ritmo que la inflación anual, en torno de un 35%. Así, entre enero y octubre de este año, Rentas acumuló unos $ 28.000 millones, con un 47% de incremento en los ingresos en  octubre (último dato disponible).

"La eterna lucha entre los recursos necesarios para afrontar los planes de gobierno y las posibilidades propias de los contribuyentes de enfrentar esas exigencias, constituye sin duda la búsqueda de un equilibrio que no ha sido fácil y claramente no se ha alcanzado. Mientras el grueso del sector público ha permanecido en sus hogares  efecto del aislamiento o distanciamiento social, muchos trabajadores y emprendedores del sector privado tuvieron que salir a diario de sus domicilios, a los fines de únicamente tratar de subsistir. Es cierto que el estado nacional ayudó con el programa ATP y posibilitó  que muchas empresas paguen  los sueldos que de otra forma no hubieran podido abonar", afirmó el tributarista Luis Alberto Comba.

Claramente esto no alcanza. Gran parte de las actividades económicas  fueron “heridas”. Unas de “muerte”. Otras estuvieron en “coma” y algunas a lo mejor una “leve gripe”. Pero no puede desconocerse que todas las empresas estuvieron en alguna de esas etapas en este proceso, detalla el especialista. "Hoy es el momento de mirar hacia adelante. De pensar en la reconstrucción. Es el momento en que los estados provinciales se aboquen a políticas que permitan generar ámbitos económicos donde las pymes, motor del crecimiento provincial, puedan desarrollarse en plenitud", expresa.

Para eso, indica Comba, hay que comenzar por permitir rearmar los cimientos y Tucumán necesita una verdadera moratoria. "La Legislatura le debe eso al pueblo tucumano. Una ley que sinceramente sea una medida que posibilite iniciar el camino de la reconstrucción. Y no leyes que se escondan con el nombre de moratoria y solo sean meros planes de pago. Estas leyes no son una ayuda, sino una forma sutil de utilizar mecanismos de recaudación", remarca.

A su criterio, es insólito que “una moratoria”  siga manteniendo multas que se deban ingresar. Incluso hasta de aquellas que no se llegaron a aplicar.  "Se debe aprender de la historia. Se debe aprender de la nación. Una moratoria condona multas. Eso siempre ha sido así. No este disfraz tucumano que mantiene la aplicación de multas incluso las no firmes. Y aún las no aplicadas. Una tarea  para el Poder Legislativo. Reestablecer el sentido común. El ciudadano de a pie, en este año de pandemia,  se merece esto", indica.

Luego de lo anterior, deben reestructurarse los circuitos de recaudación, posibilitando que las PyME del país vuelvan a querer operar en Tucumán. "Hoy conocemos  empresas que evitan cualquier contacto con la provincia, por la existencia de un sistema de retenciones y percepciones absurdo y perverso. No es sana una recaudación  asentada esencialmente en el funcionamiento espurio del sistema de retenciones y percepciones. Éstas, en un impuesto de naturaleza mensual, no tienen razón de ser y conceptualmente sirven para detectar bolsones de evasión y luchar contra este flagelo", advierte.

El Poder Ejecutivo le debe eso a sus PyME, puntualiza el tributarista, que se encuentran con el peso de una carga de administración del sistema fiscal provincial,  que excede un margen de razonabilidad y “está destruyendo” las bases mismas de las pequeñas empresas, en una provincia que supo ser, por la fuerza de sus negocios, líder del NOA en materia económica.