En un principio la cosa arrancó bien. Se había declarado una cuarentena temprana, que funcionaba. Los casos se iban detectando de manera esporádica, y todos podían explicarse a partir de algún retorno del exterior. Desde los balcones la gente aplaudía a los médicos, y reprochaba a las personas que andaban por la calle, porque no estaban cumpliendo el aislamiento social, preventivo y obligatorio.

Pero con las sucesivas extensiones de la cuarentena, el lastimado de la economía comenzó a hacerse cada vez más grande, y se volvió difícil contener la sangría. Entonces se fueron liberando actividades. Sin embargo, por estas aperturas se fueron colando otras personas, que poco y nada tenían que ver con las flexibilizaciones que se iban concediendo. Se sabe, el argentino tiene una especial vocación por la anomia.

Y esto se sumó a la precariedad histórica de un sistema de salud que ni remotamente estaba preparado para una pandemia.

Con estas dos ideas podría resumirse las conclusiones a las que arribaron los especialistas y dirigentes políticos consultados por LAGACETA.COM para conocer su opinión acerca de los motivos por los cuales la Argentina, luego de haber mantenido la cuarentena más extensa de entre todas las naciones que aplicaron este método, actualmente ocupa el quinto puesto entre los países del globo con mayor cantidad de casos de covid-19. El ranking lo lidera Estados Unidos, con 8.008.402. Le siguen la India, con 7.370.468; Brasil, con 5.169.386, Rusia, con 1.361.317, y nuestro país, con 949.063. Detrás se ubican Colombia, con 936.982, y España, con 936.560.

“Obviamente, la gente está cansada, saturada con la cuarentena, pero también tenemos una debilidad de años de todos los sistemas de salud pública de las provincias. Y entonces tenemos poco acceso a testeos y poca búsqueda de contactos. Y eso hace que no se pueda bloquear naturalmente”, consideró el infectólogo Omar Sued, uno de los expertos que integra el comité que asesora al presidente, Alberto Fernández, acerca de las políticas para combatir la covid-19.

“Si esto no se bloquea naturalmente, entonces la segunda barrera son las cuarentenas, la fase 1, la disminución de la movilidad. Y eso tampoco se pudo hacer”, agregó. Y para finalizar, insistió con el mismo pedido que se le viene haciendo a la ciudadanía desde el minuto cero: “guardar una distancia de al menos dos metros, usar bien el barbijo, lavarse las manos, evitar salir a reuniones sociales y tratar de mantenerse en su propia burbuja”.

La senadora Beatriz Mirkin también consideró que debía fortalecerse el sistema de salud; y señaló que al principio se aprovechó la cuarentena para ello. “Tuvimos una cuarentena temprana, producto de la situación en la que se encontraba la entonces Secretaría de Salud de la Nación (N. de la R.: durante el Gobierno de Mauricio Macri se había bajado de rango el Ministerio de Salud), con la necesidad de incorporar equipamiento y lugares de internación que garantizaran que muriera la menor cantidad de gente posible. Eso se intentó y se logró. De todas formas, la cantidad de contagiados supera con creces lo que se esperaba”, señaló la ex ministra de Desarrollo Social.

Y ella también explica el estallido de casos a partir de una inconducta, en general, por parte de la ciudadanía. “En eso hay una responsabilidad muy grande, por incumplir o por cumplir a medias lo que plantea el Comité Operativo de Emergencia (COE). Las pocas veces que tuve que salir vi una cantidad muy grande de gente en la calle; y en Tucumán tenemos una población con alta densidad”, opinó.

Y también insistió con las medidas de cuidados. “Hay que cumplir con el distanciamiento social, usar como corresponde el barbijo, lavarse bien las manos, y quedarse en la casa”, dijo. Y anheló que el país ya esté atravesando lo peor. “Espero que así sea, y que podamos empezar a superar esta pandemia, que tanto afectó al mundo entero”.