“Quieren entrar como en Buenos Aires, sin autorización ni inscribirse en ningún lado. Es algo ilegal y vienen a imponerse de prepo en un mercado de trabajo con reglas. Pagamos impuestos, pasamos por inspecciones técnicas, pagamos cánones. Ellos no aportarán nada y se llevan la ganancia a otros países”, protestó Antonio Rodríguez, de la asociación de propietarios de taxis. “Nos perjudican la fuente laboral, si ahora los autos truchos nos quitan la rentabilidad, ahora con esta aplicación se legalizan. Es como pedir un trucho pero por celular. Si chocan, qué seguro tienen, es un peligro”, cerró.