Obligados a utilizar barbijos, para minimizar las posibildiades de contagio, los seres humanos ocultaron la mayor parte de su rostro.

No obstante, esa cobertura resaltó aun más una parte fundamental de la cara, que queda libre: los ojos.

La mirada habla, dice, no miente. Los ciudadanos consultados por el equipo de "Panorama Tucumano" contaron sus propias experiencias. La atención se centró en los ojos.