La legisladora bussista Nadima Pecci elevó un proyecto de ley que pretende instaurar “en todos los establecimientos públicos y privados de los niveles inicial, primario y secundario” la obligación “de notificar fehacientemente a los alumnos y a los padres o tutores”, por escrito y en forma previa, respecto de la organización de actividades (charlas, talleres, cursos) con contenidos de materia “afectivo-sexual”. 

Al respecto, Pecci incluyó “identidad y expresión de género”, “diversidad sexual y afectiva”, “diferentes modelos de familia”, “deconstrucción de conceptos” y “perspectivas ideológicas y/o políticas o partidarias, y los que puedan resultar intrusivos para la conciencia y la intimidad”. 

“No se podrán impartir los mencionados contenidos sin autorización expresa de los padres o tutores”, agrega el proyecto.