Roberto Lavagna se anima a pensar más allá de las elecciones. Y proyecta. “Sea quien sea el próximo presidente de la Argentina, seguro que va a recibir una mochila cargada de recesión (la actual y la anterior), un país estancado, con alta inflación y con déficit fiscal pero, además y a diferencia de lo que pasó en 2015, recibirá una mochila cargada con una fenomenal deuda externa”, dice a LA GACETA el candidato presidencial por Consenso Federal, de gira proselitista por esta provincia para apoyar la nómina a diputados que encabeza el actual legislador Silvio Bellomio.

En “modo economista”, el ex ministro durante la gestión de Néstor Kirchner (2002-2005) insiste en que “no es habitual” que el Fondo Monetario haya dado tanto dinero a un país como lo hizo durante la administración de Mauricio Macri. “Evidentemente, aquí hubo una decisión política, probablemente del gobierno de los Estados Unidos como principal votante en el Fondo. No conozco los detalles, pero es excepcional que le hayan dado casi U$S 60.000 millones a un gobierno en un plazo de dos años. No hay precedentes al respecto”, dice en una charla con nuestro diario antes de emprender viaje a Salta en compañía del gobernador de ese distrito, Juan Manuel Urtubey que, además, es su compañero en la fórmula de Consenso Federal.

“El FMI debe entender por las buenas que Argentina tiene que poner en marcha su economía. En consecuencia, la política tiene que ser medida por su capacidad de generar mayor producción y empleo. A eso no se puede renunciar. Esto hay que negociar con firmeza frente al FMI”, dice.

En “modo electoral”, Lavagna ha pedido a los ciudadanos que traten de salir de la polarización. “No pueden seguir bamboleándose de un extremo a otro. Entiendo que el equilibrio, el punto medio y la apertura es lo que puede contribuir para que la sociedad crezca”, reflexiona. Y se pregunta: ¿cómo puede progresar un país si sus dos principales fuerzas políticas están absolutamente enfrentadas? En esa orientación, el postulante presidencial sostiene que Consenso Federal tiende a alcanzar el equilibrio “en pos de lograr un gobierno de unidad nacional”. “Me preguntan si es que, si llegara a ser presidente de la Nación, estaría dispuesto a convocar a referentes de otras fuerzas. Mi respuesta es clara: sí. Nombraría a un ministro que provenga de Cambiemos como también a otro que venga del Frente de Todos. No podemos estar en medio de esa polarización en la que no se hablan y los puntos de vistas son totalmente enfrentados”, indica.

Una tercera interpretación cabe a lo que dijo Lavagna en su paso por Tucumán. “Son ocho años de estancamiento, cuatro de la gestión anterior y cuatro de la actual. No hay en el mundo economías de este tamaño que estén en una zona de paz, como afortunadamente estamos nosotros, que hayan pasado ocho años sin crecimiento e, incluso, con retroceso. Es una demostración del fracaso de los dos gobiernos”, compara. Una clara diferenciación hacia sus contrincantes electorales: Alberto Fernández y Mauricio Macri.

Postales

1. Ágape al sol

La fórmula de Consenso Federal fue agasajada con empanadas tucumanas, al horno y fritas, y pizzas a la parrilla.

2. En modo selfie

Militantes y dirigentes del espacio se acercaron a Lavagna para tomarse una foto con él en su primera visita como candidato.

3. Homenaje al héroe

Lavagna e Urtubey  homenajearon por la Batalla de Tucumán a Manuel Belgrano en la  la plaza que lleva su nombre.