MAL ESTADO DE LA RED VIAL

Tucumán es una provincia pequeña. Nuestros vecinos, con mayor superficie, tienen mejores rutas. La tragedia de los jubilados (ocurrida el lunes pasado a la mañana) pone en el centro de escena el estado de la red vial. Ni siquiera por el Bicentenario se hizo algo que merezca la pena recordarse. El Camino del Perú y la ruta que lo continúa hasta Tafí Viejo están intransitables. Los que por alguna razón tenemos que hacer uso, nos jugamos la vida. Nunca se hizo nada. ¿Y la ruta 306? Menciono lo que conozco personalmente y que en mis días de docencia no sabía si llegaba a destino o me mataba en el camino. La misma ruta nacional nº 9, por la que nos estafan en el peaje a Las Termas de Río Hondo, tampoco se queda atrás. Provincia y ciudad son un collage de parches y señalización deficiente. A veces tengo la tentación de que ante tanto descuido haya una complicidad con los talleristas, porque, ¿qué vehículo puede aguantar tanto maltrato en rutas, calles y hasta avenidas? Parches y trampas mortales. Dios y sus ángeles no tienen descanso.

Susana C. Díaz

profesucris@gmail.com

INTERROGANTES

Querría saber por qué el candidato presidencial Alberto Fernández critica el acuerdo llevado a cabo por el presidente Macri con la Unión Europea. ¿Será tal vez porque la señora Cristina Fernández de Kirchner y su pléyade de ministros no pudieron hacerlo, pero sí refinanciar la deuda con el Club de París a valores astronómicos? También querría saber por qué la hija de la ex presidenta se hace tratar de su dolencia en Cuba. ¿No nos dejó nuestro gobernador, Juan Manzur, cuando fue ministro de Salud durante tanto tiempo, una excelente cobertura médica y en todas las especialidades? Raro, ¿no? ¿Quiénes de los ex funcionarios, incluida la ex mandataria, se hará cargo del costo que habrá que pagar en el juicio por la estatización de YPF. Ya me imagino: Juan Pueblo, sin duda.

Juana M. Farías

fariasjuana044@gmail.com

ARBORICIDIO

Bajando por calle Mendoza, desde Camino del Perú al 4.300, mano derecha, me impactó un espectáculo de “arboricidio” nunca antes visto. Injustificable como poda o como desmonte: sobresalían desde el suelo, alineados como en marcha de protesta, muñones de 1,20 metro de alto, descabezados en la base de lo que supo ser una frondosa y verde copa. Sensación de quietud, de muerte y de tristeza, magnificada por los puños cerrados de esos brazos emergentes. Belleza natural locamente truncada por la mano torpe de algún operario inculto. Penoso contraste en el Jardín de la República, justamente. ¿Qué dormido funcionario habrá autorizado -si hubo autorización- este desastre?

Darío Albornoz

lisdaralbornoz1@gmail.com

LA DIRIGENCIA POLÍTICA Y GREMIAL

En su gran mayoría, la dirigencia política en todos los niveles, así como la dirigencia sindical, debido a la falta de honestidad, de sinceras buenas intenciones (el verdadero carácter y personalidad se evidencia fácilmente cuando se muestran y hablan; en el fondo, son ingenuos), de un aceptable conocimiento de la ley (facultades, normativas, derechos, responsabilidades, etcétera) y de una decidida oposición a todo tipo de corrupción, han caído en un inquietante desprecio por parte de la sociedad en general. Según las intenciones de voto determinadas por encuestas varias, en la Argentina se denominan “chorros”. La clase política vernácula -con las debidas excepciones- dice desvelarse y preocuparse por lo social y la economía de las comunidades, pero en realidad lo hace, primordialmente, por lo que le atañe en lo personal, poniendo ello por encima de aquella política seria y ética, de forma tal que cualquier proyecto se entierra, y directamente no existe. El escritor Jorge Fernández Díaz expresa: “El peronismo fue creado a imagen y semejanza del ‘socialismo nacional’ de Mussolini… regresó con toda su virulencia durante la ‘década ganada’, en una pulseada entre paladines y villanos de historieta…”. “Hoy hay una puja más seria, y es entre una democracia representativa y un régimen autocrático que pretende cargarse de división de poderes”. A las instituciones las hacen los hombres (y mujeres); si estos son débiles, acomodaticios, que hacen prevalecer sus proyectos personales, entonces las instituciones serán enclenques, avanzadas y avasalladas por unas a otras. Pero si sus dirigentes son fuertes, honestos y con firmes convicciones republicanas, los tres poderes (del Estado) serán independientes, sólidos y podrán cumplir con entereza sus funciones esenciales, así adquirirán prestigio y la gente confiará en ellas. Hasta ahora la realidad es que como candidatos a ocupar (y ya ocuparon) los máximos o importantes cargos de la función pública, son una plétora de personajes atrabiliarios, funambulescos, grotescos, caricaturescos y de toda otra laya, que no rendirían ni como ordenanzas (en la generalidad siempre hay excepciones). La Constitución Nacional (y probablemente las provinciales) en su art. 16 señala: “Todos sus habitantes son iguales ante la Ley y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad”, (que significa: suficiente o buena disposición para alguna cosa. Demasiado poco), además de límites en edad y residencia para ciertos cargos. Es loable la intención constitucional de llevar la participación en lo público de la forma más amplia y equitativa posible, pero el requerimiento para ser candidato electivo es menor que para ocupar el empleo más bajo en el Estado. En concreto, el votante no conoce efectivamente a los candidatos: quiénes son, a qué se dedican y dedicaron en su vida; cuando hablan o pueden escribir, sólo expresan promesas que no alcanzan a explicar cómo y con qué llevarlas a cabo.

Mario Alberto Ricci

marioalricci@hotmail.com

ENDEUDAMIENTO NACIONAL

En su edición del 24/2/18, LA GACETA informó sobre opiniones vertidas por el presidente del Banco Nación, subestimando el endeudamiento externo del país y afirmando que esta situación no era una preocupación del Gobierno. El aumento del riesgo país, el cierre de los mercados financieros y una deuda externa que ya supera los U$S 275.828 millones en la gestión del presidente, Mauricio Macri, contradicen la opinión del funcionario. Las últimos datos sobre el endeudamiento indican que aumentó en U$S 22.932 millones en el primer trimestre de 2019. Algo similar ocurrió con los intereses: en el primer trimestre de 2018 se pagaron U$S 3.667 millones, y en el mismo período de 2019 se incrementaron en un 23% llegándose a abonar U$S 4.511 millones. La devaluación del peso en más del 130%, contradice aún más el “ninguneo” de Fraga; hoy la deuda dejó de ser una “preocupación” y se transformó en un desastre para los argentinos. Semejante pasivo se traduce en una deuda por habitante de $ 254.361, por compromisos externos, sin computar el endeudamiento en Letras que utiliza el Central, para anclar la divisa a un fenomenal costo financiero que superó el 70% anual. El otro enigma es el procedimiento que se utilizó para lograr el acuerdo con el FMI: cuando Mauricio Macri recurre al FMI, Argentina ya estaba en default, a pesar del relato del Presidente sobre el modo “preventivo” del acuerdo; en la opinión de especialistas, el acuerdo tendría que haber pasado por el Congreso de la Nación (art. 75, in. 7, de la Constitución Nacional). El jefe de Estado recurrió nuevamente al engaño, porque sus Ceos lo confundieron nuevamente y utilizó un artículo de la Ley de Administración Financiera de Domingo Cavallo, posteriormente eliminado en la Constitución de 1994. A estos desaciertos se sumó la postura del actual candidato a vicepresidente de Macri, Miguel Ángel Pichetto, sosteniendo que el acuerdo no debía pasar por el Congreso (es parte del precio que pagó para ser candidato), dando vía libre al endeudamiento a costa del hambre y la miseria del pueblo. En resumen, el acuerdo con el FMI parece estar viciado de irregularidades y nulidades, lo que lleva a pensar que el préstamo del FMI fue a Macri, y no al pueblo argentino. Semejante endeudamiento condiciona al próximo gobierno, porque el FMI tiene en su poder una peligrosa herramienta de extorsión, que utilizará para lograr lo que el presidente Macri no le pudo ofrendar: las reformas laboral y previsional, la ejecución del Fondo de Garantía y Sustentabilidad de la Anses, y lo más grave es que la imposibilidad de pagar las deudas le dará vía libre a la ejecución de las garantías reales, que deben estar contenidas en la “letra chica” del acuerdo, afectando fuertemente el patrimonio nacional. Para finalizar, digo que el endeudamiento es una herencia de la dictadura militar, cuando los empresarios tomaron créditos para sus empresas y luego lo pasaron al gobierno, y hoy los tiene que pagar el pueblo a costa del hambre de millones de argentinos. Al parecer, la Comisión Bicameral (del Congreso) Permanente de Seguimiento de la Deuda Externa no estuvo en el país al momento de firmarse dicho acuerdo.

José Emilio Gómez

gomezpepe112@gmail.com