Sin dudas, Marc Márquez se siente cómodo en Las Termas. En el circuito santiagueño, el español largará por quinta vez, tras seis presentaciones, en el primer puesto. A partir de las 15, el español será el centro de atención por delante de su compatriota Maverick Viñales y el italiano Andrea Dovizioso.

Así como suma buenos números en Las Termas, entre los que están sus triunfos en 2014 y 2016, Márquez continúa acumulando hechos curiosos. Los de ayer, al mismo tiempo, demostraron la capacidad del piloto para resolver situaciones. A la tercer práctica libre la completó visiblemente incómodo. “Hice un gesto con el hombro porque al hacer la vuelta rápida saltó el airbag (NdR.: va por dentro del traje del piloto). Te tienes que mover porque es como una bolsa que la aprietas y se deshincha”, contó Márquez. ¿Resultado de la práctica? La ganó. En la siguiente, la cuarta y última salida a pista antes de la clasificación, también tuvo contratiempos. “Saltó la cadena. Estaba fuera. No sé la razón técnica y esto nos cambió los planes porque teníamos bien estructurada la práctica y la clasificación. Pero improvisamos bien”, reconoció. Más que bien porque también fue el más veloz de la cuarta y logró la pole position, en la clasificación. La carrera a pie que hizo para llegar hasta una de las motos de los oficiales de carrera y la otra carrera por las calles de boxes hasta su equipo para subirse a la segunda moto, se suman a las otras postales curiosas del español en Las Termas. Las otras fueron todas el año pasado: transitar en sentido inverso en la largada de la final, el toque que dejó por el piso a Valentino Rossi y el intento de pedirle disculpas, frustrado en la puerta de uno de los boxes termenses. Con todo ello, es el mejor piloto en el trazado internacional y parece que puede con cualquier circunstancia. “Estoy contento con cómo me encuentro. Mañana (por hoy) veré qué clima hay y cómo gestionamos la carrera”, explicó con expectativa abierta.