No hay fórmulas secretas para llegar al éxito deportivo. Ninguna fórmula asegura la llegada de buenos resultados; sólo el trabajo diario durante las prácticas semanales, sumado a la correcta puesta en escena los días de partido, dan la oportunidad para que un equipo arribe a buen puerto.

Por eso, a partir de hoy Walter Coyette intentará imprimirle a San Martín sus conceptos con el único objetivo de que el equipo encarrile su andar en la Superliga.

El “Santo” necesita comenzar a sumar puntos para no sufrir con el promedio del descenso y la decisión de que el ex entrenador de Chacarita y San Martín de San Juan tome las riendas del equipo que dejó Darío Forestello se fundamentó gracias a algunos puntos que la dirigencia destacó durante el scouting de DT.

Desde inicios de este año, cuando San Martín navegaba por aguas turbulentas en la B Nacional, el equipo se acostumbró a desplegar un fútbol de tenencia de balón; circuito ofensivo al ras del piso; agresividad en los metros finales e intensidad a lo largo y ancho del campo. Por eso la designación de “Gato” busca mantener ese estilo de juego.

Coyette es un DT de la escuela moderna que copó el fútbol argentino en los últimos años. Esa que entregó entrenadores conceptuales que saltaron a escena buscando el éxito con una premisa innegociable: ser fieles a una idea e intentar el buen juego por sobre todas las cosas.

Los siete detalles de la llegada de Walter Coyette a San Martín

Salir jugando con pelota dominada desde abajo, intentar ser protagonistas en base al toque, a las triangulaciones, a los desmarques y a presionar en campo rival, son conceptos que el nuevo “capitán” del barco “santo” no piensa eludir nunca.

Bajo esa línea modeló el equipo de Chacarita que subió a Primera en 2017, siendo uno de los intérpretes de la nueva camada que entendió que la idea clásica del fútbol criollo (pelotazo y a buscar la segunda jugada) es sólo otra manera de jugar, pero no la única.

De acuerdo a lo que explicaron periodistas que siguieron de cerca sus trabajos y futbolistas que estuvieron bajo su mando, Coyette gusta de trabajar con tecnología. Estudia mucho a sus rivales, tiene como prioridad mirar siempre el arco de enfrente y a su idea la refresca día tras día, inclusive durante los trabajos físicos los cuales también se hacen con pelota.

El 4-3-3 es su “caballito” de batalla, pero tampoco come vidrio. Sus pasos en falso le enseñaron que por momentos hay adaptarse a otros esquemas para intentar encontrar soluciones; y así aparecieron el 4-2-3-1 y el 4-4-2 como opciones válidas. Eso sí, siempre con equilibrio y sacrificio en el medio y mucha explosión en los metros finales.

Quiere que sus equipos jueguen por abajo y les exige a sus arqueros manejar mucho los pies.

La mayoría de estos conceptos San Martín viene trabajando de un tiempo a esta parte, por lo que la idea del nuevo entrenador no debería tardar mucho tiempo para verse plasmada. Coyette inicia su camino con la misión de sacar al equipo de la zona baja de promedios y asegurar la permanencia en la Superliga. Eso sí, él cree que con buen fútbol todo es posible y en La Ciudadela piden a gritos que dé en la tecla y logre encauzar el rumbo de un plantel que aún no se encontró a sí mismo.

Claves

1. La posesión es oro en polvo para Coyette. Sus equipos realizan su juego con la tenencia y el toque constante.

2. Presión alta para obligar el error rival y el ataque directo. Sus equipos son rápidos e incisivos.

3. El mediocampo siempre es “mixto”, con hombres que marcan pero también aportan en la generación de fútbol.