> NIÑOS QUE INSPIRAN

La mesa del comedor de la casa está “tomada”. Hay cables, motores pequeños, una computadora, botellas pequeñas, cartones, palitos de helado y una pistola de silicona. Es la mesa de trabajo de Benjamín Sueldo, un niño de ocho años que se destaca en Robótica y que sueña con tener un mundo mejor aplicando la tecnología.

Desde que era muy pequeño, Benjamín mostró pasión por construir cosas. A diferencia de su hermano, no le gustaban mucho los deportes. Sí pasaba horas creando. Juntaba tapitas, botellas, maderas. Y cualquier cosa que le permitiera desarrollar algo. Cuando sus papás se enteraron que existía Ludus, el Club de Robótica de Tucumán, pensaron que era el mejor lugar para él. No se equivocaron. Desde hace un año y medio concurre a este espacio donde ha desarrollado todo tipo de objetos: letras grandes con luces LED, linternas, autos a control remoto y hasta una cabeza de un personaje de Dragon Ball Z.

Ahora está detrás de su nuevo gran proyecto: hacer un robot, según le contó a LA GACETA en su casa del barrio Ex Aeropuerto.

Inquieto, curioso y súper creativo. Así es Benjamín, el niño que ya tiene en claro una cosa: va a ser profesor de robótica cuando sea grande. Mientras tanto, se va preparando para las próximas competencias que en octubre hará el Ministerio de Educación.

Hasta su mamá, Azucena, se sorprende con cada creación del pequeño. Más cuando él le confiesa sus anhelos: quiere construir robots que operen a la gente usando láser y otros que se dediquen a juntar la basura que muchas personas tiran en las calles y que ensucian la ciudad.