Gustavo Carlino, defensor del ex subjefe de la Policía Nicolás Barrera, solicitó en la última audiencia que el testigo Guillermo Arturo Polli sea procesado por falso testimonio. El representante de la querella, Emilio Mrad, adhirió a ese pedido al considerar que el declarante había incurrido en ese delito durante el relato.

Diego López Ávila, del Ministerio Público Fiscal (MPF), se ubicó en línea de las dos posiciones, pero requirió al Tribunal que postergue la decisión hasta el primer día hábil, tras la feria judicial de invierno, el 24 de este mes.

Los integrantes de la Sala III, Dante Ibáñez (presidente), Carlos Caramuti y Rafael Macoritto, hicieron lugar luego al pedido de la fiscalía y postergaron la resolución de la situación procesal de Polli. Sin embargo, no se trata de la única demanda de detención por falso testimonio de un testigo, según los argumentos de las partes, que deberán evaluar los vocales durante el juicio oral por el crimen de Paulina Lebbos y posterior encubrimiento del hecho.

El Tribunal tiene que definir el estado procesal de otras cuatro personas, quienes declararon en esta primera parte del proceso penal por el homicidio de la joven, ocurrido en febrero de 2006. Lo resolverá durante las audiencias o serán incluidas en el último fallo, en el final. Estas personas son Hugo Cabeza, Dionisio Guerra y René Aguirre (todos integraron la fuerza de seguridad durante 2006), y Carlos Andrés Cisneros, quien trabajaba en “la yesera”, la planta que funcionaba cerca del lugar donde encontraron los restos de la víctima. En lo que va del proceso oral, ya hubo ocho detenidos por diferentes motivos; la mayoría, por falso testimonio.

Polli, de 55 años, es un suboficial mayor y se desempeña en la actualidad como conductor en la División Criminalista de la Policía de la provincia. Entre 2004 y 2005 había sido designado como uno de los choferes de Sánchez, el ex jefe de la fuerza, tras su paso por la entonces División de Toxicomanía y Narcotráfico (Ditonar).

El suboficial mayor -el grado más alto en ese rango del escalafón- contó en la audiencia del jueves último que el día de la desaparición de la joven, el 26 de febrero, había trasladado al funcionario hasta la localidad de Raco para participar en un “evento social”. Aseguró que Sánchez había sido invitado por el entonces secretario de Seguridad, Eduardo Di Lella, quien también estuvo en la reunión organizada en el conocido Club de Veraneantes.

AUDIENCIAS. Los jueces Dante Ibáñez, Carlos Caramuti y Rafael Macoritto deben responder a los requerimientos de las partes. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO

El Ministerio Público y la querella hicieron preguntas al testigo para obtener descripciones precisas, como el tiempo que le habría llevado el viaje desde la capital hasta esa localidad, la llegada a Raco y las ubicaciones de la comisaría y del club, además de las características de los inmuebles, entre otras.

Tras la declaración testimonial, las partes, que adhirieron al pedido del letrado Carlino, remarcaron datos inexactos y contradictorios de Polli, teniendo en cuenta también que la organización de esa velada había sido el argumento de defensa, tanto de Sánchez como de Di Lella, para rechazar la hipótesis de un encuentro entre las autoridades del área de seguridad de la provincia, con relación al asesinato.

Otros casos

El Tribunal decidirá, igualmente, si Cabeza, ex jefe de la División Homicidios de la Policía, mintió u omitió información de manera voluntaria, ante la solicitud de procesamiento del defensor del imputado Di Lella, Gustavo Morales.

Cabeza, de 48 años, se sometió a dos careos: con Gustavo Antonio Orellana, ex asistente, y con Raúl Antonio Ferreyra, que era jefe de la Brigada de Investigaciones en el momento del crimen. Cabeza expresó que no había participado en los procedimientos en Raco, el 11 y 12 de marzo de ese año, debido al hallazgo del cuerpo de la estudiante de la carrera de Ciencias de la Comunicación. Mientras que los otros oficiales coincidieron en que sí lo vieron el domingo 12, en particular.

“Los testimonios de Orellana y Ferreyra acreditaron que Cabeza concurrió un día al lugar donde encontraron el cuerpo de Paulina Alejandra Lebbos”, había manifestado Mrad. A su vez, el letrado pidió que la Sala III citara a declarar a Juana Estequiño, ya que esta agente habría acompañado a Cabeza durante los trabajos de la Policía. Después de que Estequiño se presente, los jueces tomarán la decisión, según se anunció.

Antes, Dionisio Guerra, de 51 años, policía de la Brigada de Investigaciones Norte en 2006, había negado declaraciones y una firma registradas en un documento elaborado por la propia Policía, durante la investigación inicial de la causa. Por ello, la Sala III remitió actuaciones a la Fiscalía IV para que sea investigado por posibles delitos acaecidos oportunamente en la instrucción o en la audiencia.

Respecto de René Aguirre, de 59 años, el fiscal Carlos Sale pidió el procesamiento por falso testimonio. El Tribunal decidió postergar la decisión al momento de la sentencia definitiva. Aguirre realizó una descripción inconsistente, según el MPF, de sus actos durante febrero y marzo de 2006. Admitió, además, su participación en un operativo de búsqueda de Paulina en la zona de Trancas.

La Sala III, asimismo, resolverá al finalizar el juicio la situación de Cisneros, de 62 años, quien expresó que se había presentado de manera voluntaria para dar información.