Juan Antonio Pizzi, el entrenador argentino de la selección de Arabia Saudita, llegó a su última cita del Mundial con el objetivo de ganar al menos un partido y lo consiguió. Su equipo venció a Egipto 2 a 1 y sumó de a tres en el Grupo A (que tiene como clasificados a Uruguay y Rusia).


Ya fuera del Mundial, el técnico ex Rosario Central y San Lorenzo vaticinó que ante el equipo norafricano iba a tomará precauciones, sobre todo con la estrella de Egipto, el atacante Mohamad Salah, y lo hizo. Sin embargo, la historia no arrancó bien para su plan.

Es que Salah abrió la cuenta para Egipto y complicó a Arabia. La cuestión emperó cuando el arquero Essam El Hadary (el jugador más longevo del Mundial con 45 años) le atajó un penal a Fahad.

Fahad

Sin embargo, la selección de Pizzi cobró valor y se repuso para aprovechar un nuevo penal a favor, esta vez convertido por Al Faraj. Así comenzó la remontada.

El triunfo llegó al final, en la última jugada, cuando maduraba el empate. Al Dawsari disparó cruzado y venció al experimentado arquero decretando el 2-1 que le dio la alegría a Pizzi.