Marcelo Adrián Goitea declaró que en 2006 fue amenazado por policías para ocultar que él y su hermano Sergio Luján, ambos baquianos, fueron quienes hallaron el cuerpo de Paulina Lebbos.

También sostuvo que, en esa época, fueron intimidados para que declararan que, en realidad, fueron policías quienes encontraron el cadáver de la joven a la vera de la ruta 341, en Tapia.

Ayer, Goitea, de 31 años, fue el primer testigo del hallazgo en declarar en el juicio. Sus aseveraciones echan por tierra la versión oficial, según la cual los uniformados habían dado con los restos de Paulina en un rastrillaje.

“Ellos (los policías) nos dijeron que nos vayamos, que ellos se iban a hacer cargo. Al otro día, nos fueron buscar a mi casa y nos llevaron a la comisaría. En el camino, nos dijeron que no nos metiéramos o si no íbamos a tener problemas. En ese tiempo éramos chicos y estábamos nerviosos. Dejamos todo en manos de ellos”, afirmó Goitea.

Según explicó el testigo, el sábado 11 de marzo de 2006, él y su hermano pasaron a caballo por la zona de La Yesera. Venían de su casa y se dirigían al Club de Polo de Raco. Eran alrededor de las 14, contó, cuando su hermano observó la presencia de un cuerpo junto a una alcantarilla.

“Cada uno iba en un caballo. Él se adelantó un poco. En un momento me dice ‘vení a ver qué es esto’. Nos acercamos a dos metros de la cuneta. El caballo se me espantó y cuando se hizo para atrás me golpeó en la boca y me rompió un diente”, relató.

“Vimos que tenía como una pulsera. Nos fuimos al trabajo y le comentamos a mi patrón. Luego, fuimos a la casa de Hugo (Rodríguez). Él nos dijo que había que informar a la Policía”, contó.

Goitea señaló que Rodríguez, uno de los imputados por el encubrimiento, se comunicó con la comisaría de Raco. Después, a bordo del auto de Federico Pasquini, patrón de los hermanos, se dirigieron a la zona donde habían encontrado el cuerpo.

Al declarar en abril de 2006, el cuidador de caballos de polo señaló que todas las mañanas pasaba por ese sector y que nunca vieron nada sospechoso ni sintieron olores extraños.

Aunque ahora no lo recordó, el joven agregó que también en sede policía, él y su hermano fueron amenazados. “El comisario nos dijo que teníamos que declarar que sólo sentimos olor, pero que no vimos nada”, declaró hace 12 años. Sí recordó que no le leyeron esas actas.

“(Goitea) dijo que ellos encontraron a Paulina y no la Policía. También dijo que falsificaron sus declaraciones. Son dos cosas gravísimas que demuestran que estamos al frente de una maniobra planificada por los acusados para encubrir a los asesinos de Paulina”, expresó Alberto Lebbos.

El fiscal de Cámara Carlos Sale también analizó la declaración de Goitea. “Quedó comprobado que lo obligaron a cambiar su versión y que le indicaron qué es lo que tenía que decir”, señaló.

Cambios en la escena

Goitea, además, dio a entender que la escena habría sido modificada. “El lugar donde estaba el cuerpo estaba como aplastado, aunque había yuyos”, señaló.

Sobre esas sospechas, el fiscal Sale opinó: “Aparentemente, el pasto estaba cortado cuando él lo vio, dijo que tenía diferente altura, como si hubiesen cambiado el escenario”.

“Se encargaron de destruir la escena en todo momento”, opinó Lebbos.

Con su relato, el testigo confirmó lo que había expresado semanas después del hallazgo, cuando se realizó la reconstrucción. Hasta ese momento, se creía que la Policía había encontrado a Paulina. En esa oportunidad, ellos dijeron que eran los que habían encontrado el cuerpo, que los llevaron a la comisaría y que les hicieron firmar algo que no habían declarado.


Más declaraciones 
respecto del 
hallazgo en la ruta
Está previsto que en la jornada de hoy continúen declarando los testigos del hallazgo del cuerpo de Paulina Lebbos. Ayer, por la tarde, empezó a declarar Sergio Luján Goitea, hermano de Marcelo Adrián. El cuidador de caballos de polo fue la primera persona que vio los restos de la joven estudiante, a la vera de la ruta 341.
También debe declarar Adela Goitea, hermana de los testigos anteriores; Federico Pasquini, empleador de los Goitea y quién los acompañó al lugar del hallazgo; y el remisero Francisco Zelarayán, que también habría llegado al lugar donde fue encontrado el cuerpo de Paulina. 
La semana pasada se presentaron los policías viales.
CONTRADICCIÓN 
el testigo dijo antes que rodríguez los había echado del lugar y ahora aseveró otra cosa
El testigo Marcelo Goitea incurrió en una contradicción respecto de su primera declaración. Antes, había dicho que al llegar a la zona del hallazgo, Hugo Rodríguez les dijo que se fueran. Ahora afirmó que se quedaron hasta que llegaron los uniformados. “Cuando llegó la Policía, Rodríguez les mostró el lugar. No sé qué hablaron entre ellos”, afirmó.  
“No me quedé solo con el cuerpo. (Goitea) no recuerda bien. Ellos me dejaron ahí y se fueron”, afirmó Rodríguez en un cuarto intermedio. 
Datos clave 
El testimonio de Goitea permitió despejar algunas dudas. Por ejemplo, se conocieron detalles del momento del hallazgo que hasta ahora no habían surgido en el debate.
“¿Tiene miedo?”
los magistrados consultaron al testigo si se sentía condicionado para dar su declaración
Por algunas dudas en el relato de Marcelo Goitea, los jueces le preguntaron si se sentía condicionado. “¿Tiene miedo por algún motivo?”, le preguntó Dante Ibáñez. “Esté tranquilo y trate de recordar”, pidió Carlos Caramuti. El testigo dijo que no se sentía intimidado. “Es gente con miedo. Los imputados son personas con mucho poder en la Policía”, consideró el fiscal Sale. “Están atemorizados desde que todo comenzó. Los amenazaron desde el principio”, sostuvo Alberto Lebbos.
temor
Aunque Goitea dijo que no se sentía amenazado, por la tarde explicó que había “pensado lo peor”. “Le podía suceder algo a mi familia”, manifestó el testigo, pero sin dar precisiones sobre posibles advertencias.
La posición del cuerpo 
una agente se tiró al piso para ayudar a determinar cómo estaba el cuerpo de paulina
En 2006, al momento de declarar respecto de cuál era la ubicación del cadáver de Paulina Lebbos, Marcelo Goitea señaló que “estaba de costado, con la cabeza hacia la ruta”. Pero ahora no recordó ese detalle. Fue necesario que le exhibieran fotos de la escena. Incluso, el tribunal tuvo que pedir la colaboración de una agente de la guardia del Palacio de Justicia. La policía tuvo que tirarse al piso y seguir las indicaciones del testigo para intentar establecer cuál era la posición en que se encontraba el cuerpo sin vida de la joven estudiante y madre tucumana con respecto a la ruta. 
Falso testimonio
Fue pedido por Carlos Posse, defensor de Hugo Rodríguez. “Ha sido clara su total falta de memoria y contradicciones”, expresó Posse. El tribunal no dio curso a la solicitud.


Más declaraciones 
Respecto del hallazgo en la ruta

Está previsto que en la jornada de hoy continúen declarando los testigos del hallazgo del cuerpo de Paulina Lebbos. Ayer, por la tarde, empezó a declarar Sergio Luján Goitea, hermano de Marcelo Adrián. El cuidador de caballos de polo fue la primera persona que vio los restos de la joven estudiante, a la vera de la ruta 341.
También debe declarar Adela Goitea, hermana de los testigos anteriores; Federico Pasquini, empleador de los Goitea y quién los acompañó al lugar del hallazgo; y el remisero Francisco Zelarayán, que también habría llegado al lugar donde fue encontrado el cuerpo de Paulina. 
La semana pasada se presentaron los policías viales.

CONTRADICCIÓN 
El testigo dijo antes que Rodríguez los había echado del lugar y ahora aseveró otra cosa

El testigo Marcelo Goitea incurrió en una contradicción respecto de su primera declaración. Antes, había dicho que al llegar a la zona del hallazgo, Hugo Rodríguez les dijo que se fueran. Ahora afirmó que se quedaron hasta que llegaron los uniformados. “Cuando llegó la Policía, Rodríguez les mostró el lugar. No sé qué hablaron entre ellos”, afirmó.  
“No me quedé solo con el cuerpo. (Goitea) no recuerda bien. Ellos me dejaron ahí y se fueron”, afirmó Rodríguez en un cuarto intermedio. 

Datos clave 
El testimonio de Goitea permitió despejar algunas dudas. Por ejemplo, se conocieron detalles del momento del hallazgo que hasta ahora no habían surgido en el debate.

“¿Tiene miedo?”
Los magistrados consultaron al testigo si se sentía condicionado para dar su declaración

Por algunas dudas en el relato de Marcelo Goitea, los jueces le preguntaron si se sentía condicionado. “¿Tiene miedo por algún motivo?”, le preguntó Dante Ibáñez. “Esté tranquilo y trate de recordar”, pidió Carlos Caramuti. El testigo dijo que no se sentía intimidado. “Es gente con miedo. Los imputados son personas con mucho poder en la Policía”, consideró el fiscal Sale. “Están atemorizados desde que todo comenzó. Los amenazaron desde el principio”, sostuvo Alberto Lebbos.

Temor
Aunque Goitea dijo que no se sentía amenazado, por la tarde explicó que había “pensado lo peor”. “Le podía suceder algo a mi familia”, manifestó el testigo, pero sin dar precisiones sobre posibles advertencias.

La posición del cuerpo 
Una agente se tiró al piso para ayudar a determinar cómo estaba el cuerpo de Paulina

En 2006, al momento de declarar respecto de cuál era la ubicación del cadáver de Paulina Lebbos, Marcelo Goitea señaló que “estaba de costado, con la cabeza hacia la ruta”. Pero ahora no recordó ese detalle. Fue necesario que le exhibieran fotos de la escena. Incluso, el tribunal tuvo que pedir la colaboración de una agente de la guardia del Palacio de Justicia. La policía tuvo que tirarse al piso y seguir las indicaciones del testigo para intentar establecer cuál era la posición en que se encontraba el cuerpo sin vida de la joven estudiante y madre tucumana con respecto a la ruta. 

Falso testimonio
Fue pedido por Carlos Posse, defensor de Hugo Rodríguez. “Ha sido clara su total falta de memoria y contradicciones”, expresó Posse. El tribunal no dio curso a la solicitud.