Un joven tucumano pasó siete horas encerrado en un salón a causa del terremoto que sacudió la Ciudad de México. Del miedo pasó al shock y luego, a la angustia. De hecho, afirma que aún no puede recuperarse anímicamente de lo que vivió.

El dramático rescate de los niños atrapados en un colegio que se derrumbó

Matías Almara es estudiante de actuación en la TV Azteca y en el momento del terremoto se encontraba ensayando una obra de teatro junto a 20 personas más. Un par de horas antes, contó a LA GACETA, participó (y filmó) del simulacro que realizó toda la ciudad de México e identificó los “puntos seguros” para resguardarse de un posible sismo; el terremoto finalmente ocurrió un rato después.

“Primero fue shockeante, solo me concentré en salir corriendo hacia algún lugar y hasta me olvidé el celular adentro del salón. Después me quebré y empecé a llorar. Estuve siete horas encerrado ahí hasta que se todo se tranquilizó”, relató Matías.

El estudiante detalló que los estudios son muy grandes y que todo lo que colgaba de los techos (tachos de luces, televisores, etc) comenzó a moverse.

En el lugar donde vive Matías (bastante lejos de los estudios de TV en los que se encontraba al momento del terremoto) se rompieron tubos de gas y agua, pero no hubo daños edilicios; por ese motivo, cuando llegó se encontró con que su departamento estaba lleno de agua.

A pesar de las horas que pasaron, el miedo aún no se va. “Me costó bañarme por miedo a que vuelva a pasar lo mismo. Me ponía el shampoo, cerraba los ojos y me daba la sensación de que empezaba a moverse todo de nuevo. Que volvía a empezar”, detalló.


Miedo e inseguridad

Almara dijo que el transporte público no funciona. Por lo tanto, solo puede trasladarse quien tiene un auto particular.

La inseguridad es un tema que preocupa mucho a los mexicanos en este momento. Sucede que los delincuentes se están aprovechando de la situación y atacan a las personas que se trasladan a pie.