La tensión en la península coreana no para de expandirse. Corea del Norte acusó hoy a la CIA de trazar, junto a los servicios de inteligencia surcoreanos, un plan para matar a su líder, Kim Jong-un, con sustancias químicas durante las celebraciones del mes pasado en el país asiático.

El Ministerio de Seguridad Estatal aseguró que habían detectado a un grupo infiltrado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el Servicio Nacional de Inteligencia de Seúl para realizar "preparativos encubiertos y meticulosos" para atentar contra su líder "mediante el uso de sustancias químicas".

La acusación da otra vuelta de tuerca a las crecientes tensiones entre Corea del Norte y Estados Unidos por los ensayos nucleares y misilísticos del empobrecido país comunista, que desde 2002 mantiene un litigio con la comunidad internacional por su decisión de desarrollar un programa atómico con fines militares, informaron las agencias DPA y Télam.


La semana pasada, el gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, completó la instalación en Corea del Sur de un escudo antimisiles destinado a derribar cohetes norcoreanos, propiciando amenazas de Pyongyang de lanzar una guerra total y un "ataque superpoderoso" contra Washington y Seúl.

Estados Unidos mantiene a unos 28.000 soldados en Corea del Sur desde el fin de la Guerra de Corea (1950-1953), que terminó con un armisticio y no con un tratado de paz, por lo que los dos países de la península coreana siguen técnicamente en estado de guerra.

Corea del Norte, que ya realizó cinco ensayos nucleares desde 2006 y recibió una andanada de sanciones de la ONU y varios países, dice que necesita un programa nuclear militar para disuadir un ataque preventivo de Estados Unidos desde Corea del Sur.

Esta semana, Corea del Norte anunció la detención de un ciudadano estadounidense, un profesor universitario, por "subversión", con lo que se elevó a tres el número de norteamericanos presos en el país bajo distintas acusaciones.