No lo encontraron, pero sí sumaron pruebas contundentes para implicarlo en el crimen del policía del Servicio 911. Personal de la División Homicidios está tras los pasos de dos jóvenes que se transformaron en los principales sospechoso del hecho que tuvo repercusión nacional.

David Aragón, de 36 años, agente que formaba parte del Servicio 911, llevó a una amiga a su domicilio de Jujuy y Magallanes. Cuando se preparaba para regresar a su hogar, fue atacado por dos “motochorros” que pretendieron robarle el celular.

El uniformado se identificó como policía y a los tiros resistió el ataque. Los asaltantes huyeron, y Aragón fue tras sus pasos. Jamás se imaginó que los atacantes estaban acompañados por otros tres jóvenes que se movilizaban en otras dos motos. Una vecina dijo que uno de los jóvenes que se trasladaban en un rodado les disparó en la espalda para salvar a sus compañeros.

El agente fue trasladado al Hospital Padilla con una herida en la zona del maxilar izquierdo. Murió horas después por las heridas que le provocó el disparo de un revólver calibre 22.

Por orden de la fiscala Adriana Reinoso Cuello, el caso comenzó a ser investigado por el personal de Homicidios al mando de los comisarios Daniel Cuellar, Sergio Juárez y Hugo Cabezas. Los pesquisas orientaron todos sus esfuerzos a un grupo de jóvenes que se dedican al robo de celulares, carteras y motos en el sur de la capital. Esa línea era totalmente diferente a la que se difundió en las redes sociales que apuntaba hacia un grupo de la Villa 90, barrio ubicado al norte de la capital.

Sospechas

Ayer por la tarde, los investigadores allanaron una vivienda de un tal “Chuky”, joven mayor de edad, que formaría una banda de “motochorros”. No lo encontraron, pero sí encontraron evidencias que lo involucrarían en el hecho. Según confirmaron fuentes policiales, su padre estaría detenido por haber cometido un asalto y su hermano, habría sido asesinado en un ajuste de cuentas hace un par de años.

Los de Homicidios, en la medida que realizaron ayer, también sumaron indicios para inculpar a otro joven que habría tenido una participación secundaria en el crimen de Aragón. Al cierre de esta edición, realizaban nuevos allanamientos para tratar de aprehender a los dos sospechosos. Los pesquisas no descartan que hayan escapado a otra provincia porque sabían que la Policía estaba tras sus pasos.