La baja de las tasas de interés del plazo fijo generó inquietud entre los clientes de los bancos y los ahorristas. Sin embargo, la proyección hacia fin de año, teniendo en cuenta las variables económicas, coloca a estos depósitos financieros como una alternativa de inversión, a pesar de su caída. ¿Por qué?

A la hora de tomar una decisión de inversión, hay que tener en cuenta tres variables:

- La tasa de interés.

- La inflación, que determinará si la tasa tendrá un rendimiento positivo o negativo.

- La evolución del dólar, para establecer si te conviene estar en pesos o en moneda extranjera.

“Uno no tiene que mirar sólo si la tasa de interés es de 20%, 25%, 50% o lo que fuera. Hay que analizar otras variables para determinar si la inversión es buena o mala. Una tasa del 80%, pero con la inflación del 90%, es malísima”, explicó a LA GACETA el especialista en finanzas personales, Mariano Otárola.

Las tasas descendieron desde 38% hasta un 24%, 23%, 22% o más, según la entidad financiera. Pero otro dato real es que la inflación ha encarado un camino de desaceleración, teniendo en cuenta los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec); mientras que el dólar se mantuvo casi planchado (hoy comenzó a flotar).

“En el plazo de tres meses, las tasas deberían ganarle a la inflación y empatar con el dólar. Ese sería el escenario. Más allá de que las tasas están cayendo, la inflación se va desacelerando”, enfatizó el especialista.

El Índice de Precios al Consumidor (IPC-Costo de Vida) registró en agosto una suba de un 0,2% respecto de julio pasado, lo que representó el menor incremento desde fines de 2004 hasta hoy.