La administración de José Alperovich no logra resolver el conflicto cañero, después de años de advertencias y alrededor de dos semanas de cortes en el interior tucumano. La “resistencia” de los autoconvocados, desde jóvenes hasta experimentados trabajadores del campo, sobrepasó ya la gestión de los funcionarios y también de los dirigentes de las entidades. Así, con el paso de los días, el sur provincial ha perdido la “paz social” anhelada por Alperovich y creció la tensión.