El gobernador, José Alperovich, optó por la vía indirecta a la hora de contestar las acusaciones que el secretario de Gobierno de la Municipalidad de la capital, Germán Alfaro, había lanzado contra el alperovichismo. El escudero del intendente de San Miguel de Tucumán, Domingo Amaya, había afirmado que rubricar una alianza con el espacio que lidera el mandatario provincial sería avalar, entre otros, la corrupción, el autoritarismo y la impunidad. “Incorporarnos a otro espacio (en alusión al alperovichismo) sería convalidar la falta de diálogo y de consenso, el autoritarismo, los hechos de corrupción y la impunidad. Y no estamos dispuestos a eso. Nos hemos preocupado en minar de planes sociales; un paliativo, no la solución para la gente”, había criticado Alfaro.

Varios dirigentes del alperovichismo habían hecho fila para contestarle al ultraamayista. “Habla de corrupción y no hace denuncias concretas. Como funcionario público tiene el deber de notificar a un fiscal o juez competente”, había señalado el secretario de Gobierno de la Provincia, Marcelo Caponio. “(El amayismo) siempre vota en consonancia con nosotros; la contradicción es evidente, más allá de que quiera diferenciarse, no es el camino correcto”, había considerado el legislador Dante Loza. “Parece broma que Alfaro, después de haber integrado 11 años este proyecto, hoy lo critique; se queja de los planes sociales y es el padre del clientelismo político en Tucumán”, había indicado el concejal capitalino Ignacio Golobisky.

Alperovich, por el contrario, prefirió no ser tan directo con su respuesta. “El intendente Amaya sabe lo que lo hemos ayudado estos 11 años; yo no lo voy a criticar a él, no está en mí. Ellos que critiquen, no está en mí criticar; cada uno sabe lo que hace”, manifestó Alperovich a LA GACETA tras su habitual recorrida matutina por obras. Ayer recorrió soluciones habitacionales por la zona de Jujuy al 4.500.

Dos semanas atrás, el vicegobernador -en uso de licencia mientras se desempeña como ministro de Salud de la Nación-, Juan Manzur, había hecho un guiño al amayismo. “No hay que descartar un acercamiento con Amaya. Es un hombre del peronismo; lleva una tarea en beneficio de la gente y nosotros también. Tenemos que sumar”, había manifestado Manzur. Días después, el propio intendente había devuelto el gesto: “mis puertas siempre están abiertas para todos, no estoy alejado de nadie”.

“Pirotecnia verbal”
LA GACETA le consultó a Manzur -cuyo nombre suena fuerte como posible candidato a gobernador por el alperovichismo- si los dichos de Alfaro complican una eventual alianza político-electoral. “No voy a hablar, no me haré eco de declaraciones de otro dirigente. Cada uno sabe lo que dice y por qué lo dirá. No es nuestro estilo. Nosotros tenemos que trabajar; lo otro forma parte de la pirotecnia verbal de algunos dirigentes, que sabrán por qué lo dicen”, respondió. Pero aunque evitó cerrar del todo la puerta a un posible acuerdo, sí le marcó la cancha al amayismo: “estamos en este barrio humilde de la capital, donde la gente necesita mucho. Este es nuestro enemigo, la pobreza; y el gran desafío es que la gente viva mejor”. ¿Sigue abierta una convocatoria al espacio político que lidera el intendente?, preguntó LA GACETA: “nosotros debemos seguir trabajando; los tiempos de la política no son este año, sino el que viene. Ahí nuestro espacio político definirá”.

Envíos récord
Minutos después, Alperovich partió vía aérea rumbo a Buenos Aires, donde tenía previsto rubricar una serie de acuerdos. “A las 15 estaré firmando un convenio de $ 26 millones con la Sedronar. La idea es hacer dos centros para (atender) la drogadicción. A las 17 me reúno con el subsecretario de Obras Públicas de la Nación (Abel Fatala), porque estamos tratando de llevar $ 30 millones más de expedientes, y de conseguir más plata para obras públicas, que creo que vamos a batir récords este mes”, auguró.

Según estima, si logra las remesas que fue a buscar habrán llegado alrederor de $ 160 millones para obras durante octubre: “es un récord, y sin contar el (plan) Más Cerca. Tenemos que mejorar el empleo; debemos tratar de conseguir, mediante la obra pública, que no aumente tanto desempleo en Tucumán”.