La mandataria afirmó que la decisión del juez de EEUU de declarar a la Argentina en desacato es un “disparate”. También denunció maniobras con dólares de cinco bancos y dijo que serán investigados. “No hay problemas en la economía”, aseguró

BUENOS AIRES.- La presidenta Cristina Fernández aseguró, sobre la resolución del juez de Nueva York, Thomas Griesa, de declarar a la Argentina en desacato, que “nunca se ha llegado tan lejos en el disparate”, y acusó al magistrado de “hablar de lo que no sabe”, apuntando a su desconocimiento del funcionamiento de los poderes en la Argentina. La jefa de Estado reiteró que “lo que quieren es tirar abajo la reestructuración de la deuda” y, al mismo tiempo que confirmó el pago de bonos Par que vencían ayer, adelantó que el 31 de diciembre depositará U$S 100 millones en bonos Discount a favor de los holdouts.

“El desacato confirma lo que vengo afirmando. El desacato es justo el día anterior al que tenemos que hacer el segundo” pago de la deuda, afirmó la Presidenta. Confirmó el depósito de U$S 161 millones en Nación Fideicomisos correspondientes a los intereses de los Par con legislación estadounidense y británica y 22 millones con legislación argentina, de los cuales 5 millones le corresponden al Citigroup, que serán los únicos que llegarán a los acreedores. Cristina habló en un acto en Casa de Gobierno, en la que precisó que se abrieron dos cuentas “una para los deudores reestructurados y otra para los holdouts”. Al respecto, puntualizó repetidamente que entre los fondos buitre se alistan los que “no quisieron” adherirse al canje. Y otra vez embistió contra Griesa: “o no leyó la Ley de Pago Soberano o habla de cosas que no sabe” porque esa ley “reconoce al 100% de los acreedores” de la deuda en default, planteó. “No me sorprendió el desacato, ni en que en 30 días aplique sanciones, o que me tome presa la próxima vez que vaya a su país, pero voy a volver a ir”, enfatizó.

Denuncia

La Presidenta se refirió también a las supuestas amenazas que recibió del grupo terrorista islámico ISIS y alertó: “si me pasa algo, que nadie mire hacia el oriente, miren hacia el norte”. Además, calificó como una “inmensa provocación” la decisión de la Embajada de EEUU en Buenos Aires de advertir sobre la inseguridad a los ciudadanos estadounidenses que viajen a la Argentina. Además, criticó las declaraciones de un vocero del Departamento de Estado estadounidense, quien afirmó que ese país “sigue de cerca” el conflicto los holdouts, y advirtió: “no sabemos cómo hacen ese monitoreo de cerca”.

Por otro lado, Cristina afirmó que “no hay problemas en la economía” y denunció que existe un plan para hacer caer su gobierno, en el que incluyó a productores agropecuarios, exportadores y a parte del sector financiero.

La jefa de Estado instruyó al Ministerio de Economía para que realice una investigación sobre supuestas maniobras realizadas por cinco bancos que vendieron dólares antes de la decisión gubernamental de reducir la posición de moneda extranjera. Cristina denunció “una maniobra de pinzas” a cargo de productores agropecuarios, sectores exportadores y el sector financiero para forzar una nueva devaluación del peso.

“Cuando te sentás arriba de la cosecha o escondés los autos, lo que quieren es forzar una devaluación para licuar los convenios colectivos de trabajo con aumentos del 30%”, afirmó. Luego dijo que “han perdido dinero a lo pavote” y “quieren tapar sus errores”, aludiendo a la decisión de productores y exportadores de cereales de “estar sentados sobre 27 millones de toneladas de granos”. Explicó que “puede haber problemas por sequía, cuando no podés vender autos porque no hay salarios, pero aquí el problema no es de la economía ni de la sociedad, sino que el problema está ubicado en sectores concentrados de la economía que quieren voltear al gobierno y quieren hacerlo con ayuda extranjera. No tengo ninguna duda de que esto es así y por una razón muy sencilla: porque soy una barrera infranqueable para que vuelvan a endeudar al país”.

Cristina insistió en que “es un problema esencialmente político de proyecto de país” y en referencia al sector financiero, puso el acento en las operaciones de contado con liquidación que realizaron “los bancos Mariva, Macro y Patagonia”, que, según dijo, “explican el 66% de las operaciones de contado con liquidación”. Asimismo, ordenó que a Economía investigue a los bancos Patagonia, Supervielle, Mariva, Macro e Itaú, sobre los que sospechó que contaban con información privilegiada antes de que se ordene la reducción de 30 a 20% la tenencia de moneda extranjera. (DyN)