De la ilusión por aquellas vacaciones en las playas de Brasil hasta la resignación y el abandono de la lucha buscando justicia por el trágico viaje, pasaron 14 años. Y aunque los familiares dijeron siempre que la intención no es cobrar el seguro por las muertes de sus seres queridos, sino que los responsables sean condenados, esta semana la Justicia Federal dispuso que el Estado nacional debe hacerse cargo de la indemnización, luego de la quiebra de la aseguradora.

El 12 de enero de 2000, un colectivo de la empresa Giménez Viajes volcó en la ruta BR-470 del sur de Brasil. En el accidente murieron 40 tucumanos, que habían salido dos días antes de la provincia con destino final a la ciudad de Camboriú.

La Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán dictó una sentencia esta semana, por la que se obliga a la Superintendencia de Seguros de la Nación a asumir la responsabilidad que le correspondía a la compañía aseguradora “La Economía Comercial”, que fue liquidada, comentaron fuentes de la Justicia Federal. La suma que correspondía a cada víctima parece irrisoria: $5.000.

El viaje

El paquete turístico que ofrecía la empresa Giménez Viajes incluía una noche en Foz Do Iguazú y una semana en Camboriú, con media pensión. En la primera ciudad tenían incluida una excursión a las Cataratas del Iguazú, y en el segundo destino a Florianópolis. El viaje podía pagarse en cuotas de $ 51.

En la zona conocida como “Pouzo Redondo” ocurrió el accidente, que pasó a ser conocido como “La Tragedia de Camboriú”. Los familiares de las víctimas, luego de superar el primer golpe que significó la noticia, iniciaron acciones legales en contra de la empresa de turismo, de la aseguradora y del Estado.

El chofer del colectivo, Víctor Hugo Jaime, fue juzgado en Brasil en 2002 y condenado a siete años, 10 meses y 15 días de cárcel, e inhabilitado por cinco años a conducir vehículos. El juez de la comarca de Trombudo Central, Adilor Daniele, consideró en la sentencia que Jaime conducía a excesiva velocidad por la peligrosa ruta. A los pocos días de que había ocurrido el accidente, la Superintendencia de Seguros de la Nación informó que la póliza que la empresa Giménez Viajes había contratado para accidentes fuera del país, era de hasta $200.000. Por cada víctima, la indemnización era de $ 5.000.

Más tarde la empresa de turismos accionó judicialmente, a su vez, contra la aseguradora “Economía Comercial”, ya que la compañía argentina no tenía convenio con una brasileña, como había dejado asentado en la póliza.

En medio de la disputa legal entre las empresas, los familiares avanzaron penalmente por las responsabilidades en Tucumán de la tragedia pero la causa aún no llegó a juicio oral.

Los reclamos

Los familiares de las víctimas realizan una misa en la Iglesia de la Merced en cada aniversario. Pero del grupo original que entabló la lucha judicial, cada vez son menos los que lo sostienen.

María Delia Robles, que perdió a su hija y al novio de esta en el accidente, es una de las pocas que se acerca a los medios de comunicación para que “La Tragedia de Camboriú” no quede en el olvido.

Según la denuncia penal que habían presentado en la Justicia Federal, el colectivo que chocó en Brasil había sido autorizado a partir de Tucumán por la Secretaría de Transporte, sin cumplir con la inspección técnica y sin controlar el número de choferes, ni los carnets de manejo.

Hoy no existen ni la empresa de turismo ni la aseguradora. La Cámara Federal de Apelaciones lo que hizo fue confirmar la sentencia dictada en primera instancia, adjudicando la responsabilidad que la Superintendencia de Seguros de la Nación tiene en estos casos. Aunque la sentencia no está firme, el fallo desempolvó una tragedia que golpeó fuerte a todos los tucumanos.