Los unos dicen que el tema está acabado. Que no hay nada más que hablar. Y que a nadie se le ocurra sumar palabras al asunto -le advierten a su tropa-. Los otros insisten. Hay que aguantar -dicen-. Y no van a dar el brazo a torcer. La novela de los contratos en la ciudad de Yerba Buena sigue escribiendo capítulos: desde el radicalismo han reiterado el pedido para que se divulgue la nómina completa de la planta municipal.

“Vamos a llegar a la Justicia si es necesario. Queremos los nombres del personal, contratado y permanente”, dice el concejal Mariano Campero -abogado, radical, 31 años-. Según él, lo que pretende es conocer cómo se encuentra el municipio respecto a la planta de trabajadores incorporados en la gestión del intendente Daniel Toledo.

“Bajo ningún punto de vista queremos nuevos contratos para los ediles, al contrario. De hecho, el año que viene, si somos gobierno, vamos a mantener el número de empleados en el Concejo Deliberante”, asegura. Luego aclara que, a su parecer, la actual gestión ha llevado adelante una “innumerable cantidad de cumplidos o de favores políticos”, que causan perjuicio al erario.

“Desde el oficialismo han reconocido que ellos tienen la posibilidad de nombrar 11 colaboradores. Pero según una ordenanza, todos podemos contratar a dos. Sin dudas, esto ha dejado expuesta una práctica que debe, necesariamente, erradicarse de la política”, finaliza.

En su despacho

Desde el viernes 4 de abril, el presidente del cuerpo deliberante, el concejal toledista Antonio Caferro, tiene en su despacho una nota presentada por Campero, por Javier Jantus, del partido vecinal Por Yerba Buena, y por el macrista Pedro Albornoz Piossek. En el texto, estos ediles le solicitan que se exhorte al intendente a dar a publicidad la nómina en cuestión.

Los opositores fundamentan su pedido en las declaraciones del oficialista Luciano Villegas, quien (según su versión) hizo nombrar a la madre y al hermano de la tucumana Marianela Mirra en ese municipio.

De acuerdo al testimonio de Villegas, las designaciones se produjeron luego de un breve noviazgo que mantuvo con la ex ganadora de Gran Hermano, en marzo de 2012. Explicó que, por aquel entonces, Toledo les habilitó a los ediles oficialistas un cupo de nueve colaboradores en la Municipalidad, además de los dos disponibles en el Concejo.

Dentro de esos nombramientos, según esta versión, fueron contratados los familiares de Mirra. El escándalo estalló como consecuencia de una pelea mediática entre Marianela y el periodista de espectáculos Jorge Rial.