Muchos aún tararean el “Yo soy yo, don Quijote, señor de la Mancha...” que entonó Ricardo Salim a comienzos de los 70; ríen con las transformaciones que protagonizó la Eliza Doolitle que compuso Viviana Pereyra a fines de esa década, o tratan de replicar los pasos de Carlos Olivera en su composición de Tevye, mientras enumera las cosas que haría si fuera rico en “El violinista en el tejado”, de hace 15 años.

El teatro musical tiene huellas profundas en la cultura escénica de Tucumán, con una herencia nutrida en los últimos tiempos con puestas de elencos particulares como la realizada con “El loco de Asís”, escrita y dirigida por Manuel González Gil y protagonizada por Pablo Parolo y un nutrido elenco; o las visitas de grupos de la Capital Federal, en especial con las exitosas propuestas de Pepe Cibrián y Ángel Mahler.

La primera apuesta local de este año llegará de la mano de los elencos estables de la Provincia, que abrirán su temporada con la zarzuela “Luisa Fernanda”, con dirección de Salim. El jueves habrá audiciones para cubrir los papeles en el Foyer del Teatro San Martín (avenida Sarmiento 601).

Pero es un género que, por sus dificultades artísticas propias, la cantidad de miembros de sus elencos y sus desafíos escénicos, no tiene una presencia constante en la agenda provincial.

Los costos de producción hacen que montar una obra de estas características resulte cuesta arriba, aparte de la gran exigencia a los intérpretes, que deben amalgamar conocimientos de canto, actuación y baile. No por nada, un experto como Bob Fosse (director de las películas “Cabaret” y “All that jazz”) lo consideraba el género más completo del arte escénico.

La vigencia de la comedia musical está ratificada en todo el país, como lo demuestra los siete Estrella de Mar que logró el martes “Vale todo” (la más galardonada de la fiesta marplatense). En Buenos Aires, la oferta es amplia: Cibrián está presentando “Priscilla, la reina del desierto”; se repuso “Y un día Nico se fue”; la vida de Judy Garland se repasa en “Al final del arcoiris”; y Juan Rodó protagoniza “Pasos de amor... el musical de la paz”, aunque el cantante advierte de las dificultades que se atraviesan en el país.

“El teatro musical pasa por un momento muy crítico, es el fiel reflejo de las situaciones que vive la gente. Pero está muy instalado en la gente: lo que antes era sorpresa o novedad, ahora para el público es habitual, aunque aún falte lograr que sea más masivo”, explicó.