"Los tiempos han cambiado", dice Lucas Calviño. ¿Cómo discutirle esa frase al arquero de Atlético cuando hasta hace pocos meses atajaba para Defensores de Belgrano en la B Metropolitana y hoy tendrá la chance de jugar frente al principal candidato al ascenso a Primera? Imposible. Con el tiempo, además de sus posibilidades futbolísticas, lo que también cambió fue su mentalidad.

Cuando Calviño acordó su incorporación a Atlético, el invierno pasado, las primeras referencias que nos entregaba la típica búsqueda en Google eran las siguientes: una actuación consagratoria ante Independiente Rivadavia en marzo del año pasado jugando para Huracán, su ficha personal en Wikipedia y una producción de fotos para la revista Luz, del diario "Perfil", en febrero de 2012.

"Se dio de casualidad: me la propusieron como una nota divertida de color y me pareció interesante. Igual, estoy lejos del modelaje", admite el arquero que reemplazará a Cristian Lucchetti. En aquella sesión se confesó como un jugador preocupado por su imagen, como lo son la mayoría de los futbolistas de este siglo, a diferencia de lo que pasaba antes. "Más allá de jugadores de fútbol, somos personas y cualquier persona que sienta aprecio por sí misma va a intentar cuidarse", agrega Lucas, quién está en pareja con Valeria Domínguez y en diciembre recibirán a su primer hijo.

"Todo evoluciona", repite Calviño y vaya que tiene razón. Nada mejor para reafirmarlo que la nueva apuesta de Boca a nivel indumentaria: una camiseta color rosa. "En mi época no te podías poner una camiseta rosa. Los hinchas nos hubieran matado si entrábamos a la cancha así", expresó Alfio Basile cuando el "xeneize" sacó a la venta la polémica camiseta, poniendo en contrapunto dos generaciones totalmente opuestas.

"En la época del 'Coco', el 'Bambino' (Héctor) Veira o Miguel Brindisi, por ejemplo, había otro tipo de cuidados. Se usaba el pelo largo o las patillas. Ahora aparecen otras cosas que antes no se veían y por eso llaman la atención", razona el 1.

Entonces, la presencia de Calviño y sus habilidades bajo los tres palos deberán ahuyentar al equipo más goleador del campeonato y con tres delanteros que asustan: Andrés Chávez, Santiago Salcedo y Ricardo Noir. Justo en una semana que sintió dolores abdominales y el médico diagnóstico como una pequeña contractura. "Tuve que sobreponerme rápidamente y apurar todo para poder estar", confiesa el número uno.

"Jugar este partido es un desafío muy grande, muy lindo", admite Calviño, que pasó por las divisiones inferiores de Lanús y de Quilmes (nació en Avellaneda), luego estuvo en Almagro y posteriormente fue a parar a Huracán, donde estuvo casi cuatro años.

Los tiempos han cambiado, tal como dice Calviño. Para él, para los futbolistas y hasta para "Coco" Basile, que no se pondría una camiseta rosa pero tiene el tratamiento capilar a la orden del día. Para Atlético también pueden cambiar: hoy es un mero aspirante al ascenso pero de ganarle al líder, podría probarse la ropa de candidato.