En una extensa entrevista, la más larga desde que fue elegido Papa, Francisco habló de temas profundos y sensibles para la Iglesia. Confesó que nunca fue de derecha, habló de los problemas que le acarreó su espíritu indisciplinado y su pensamiento sobre los homosexuales, entre otros temas vinculados a su pasado en la Compañía de Jesús.

El reportaje se publicó en la revista mensual de la comunidad jesuita italiana, La Civiltà Cattolica, y en otros 16 semanarios de la Compañía de Jesús en todo el mundo. Es el resultado de tres días de charla entre el director de ese medio, el padre Antonio Spadaro, y el Papa en la habitación que ocupa en la Casa Santa Marta.

Sobre los homosexuales, Francisco expuso: "En la vida, Dios acompaña a las personas, y nosotros tenemos que acompañarlas, empezando por su situación. Es necesario acompañarlas con misericordia".

En la información difundida por la agencia Reuters, también transcriben un fragmento sobre lo que dijo acerca del rol de las mujeres en la Iglesia. "Debemos investigar más el rol de las mujeres en la Iglesia. Tenemos que trabajar más duro para desarrollar una profunda teología de la mujer. Sólo dando este paso será posible reflejar mejor su situación dentro de la Iglesia".

Bergoglio insistió sobre cuestiones muy delicadas como el aborto, el matrimonio homosexual y los métodos anticonceptivos. "No hablo mucho de esas cosas, y por ello he sido cuestionado. Pero cuando se habla, se necesita hacerlo en un contexto. No podemos seguir insistiendo sólo en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos", se sinceró. "La enseñanza de la Iglesia sobre este asunto es clara y soy hijo de la Iglesia, pero no es necesario hablar de estos temas todo el tiempo", añadió el pontífice. Sobre su ideología política, aclaró, que jamás fue de derecha.

Indisciplinado
Francisco asumió como superior provincial de los jesuitas en la Argentina en 1973 y continuaba en ese cargo cuando se instauró la última dictadura militar. En un fragmento que reproduce La Nación, el Papa dijo que mientras estuvo al frente de la Compañía no siempre consultó -como ahora-, al contrario, era bastante autoritario. Dijo que siempre fue muy indisciplinado; sin embargo, lo que más le impresionó de la orden fue cómo ordenaban el tiempo.

Se definió como una persona despierta, ingenua que prefiere el contacto personal y que no está hecho para las masas.