Hace 79 años, cuatro hermanas españolas llegaron a estas tierras tucumanas. ¿Su bagaje? Materialmente hablando, poca cosa, pero en el espíritu, traían la riqueza de la Fe, el entusiasmo del Reino de Dios, y la esperanza inquebrantable de que el Carisma de Misericordia y Consolación de Santa María Rosa Molas, su fundadora, arraigara en Tucumán. La semilla plantada fue fértil y generosa en frutos y hoy, al cabo de casi ocho décadas, tenemos una entidad educativa señera en el sur de Tucumán, el Colegio de Nuestra Señora de la Consolación.
Muchas generaciones de alumnas y alumnos han pasado por sus aulas. Hoy son madres y padres de familia, profesionales que llevan en el corazón el sello del Carisma en una cadena ininterrumpida de transmisión de vida y cultura.
El hoy del colegio es distinto al de ayer; los cambios de época son inevitables para todos, y hay que irse acomodando a las nuevas formas, lenguajes y conocimientos, pero lo esencial no cambia. Seguimos apostando por la VIDA formando en la FE y, fundamentalmente, tenemos a Jesús, nuestra razón de ser, como educadores de Nuestra Señora de la Consolación.
Para que esa enseñanza sea vivencial, se programan actividades que ayudan a tomar conciencia, desde un "aprendizaje en servicio", de las necesidades de los demás. Los Proyectos Solidarios son anuales y se desarrollan en distintas comunidades educativas.
Los "Encuentros con Cristo" son un momento privilegiado para profundizar en la Persona de Jesús y crecer en la Fe y en el Amor.
Otra forma de ayudar a nuestros jóvenes a vivir su fe es a través de las misiones, donde ellos mismos son los portadores de la Palabra de Dios y anunciadores del Reino.
Otras muchas actividades deportivas, académicas y recreativas se realizan en el colegio. Son muchas las familias, docentes y hermanas que apoyan todo esto para bien de nuestros chicos.
Contamos con el valioso y desinteresado apoyo de la Unión de Padres de Familia, ellos son inestimables colaboradores del colegio.
También de los Padres Misioneros, que por amor a Jesús y a su Reino, se forman, rezan en comunidad y se convierten en misioneros de las mismas familias del colegio.
Los Padres Catequistas, de una manera generosa, son guías y educadores de papás y niños/as que se preparan para su Primera Comunión.
¡Muchas gracias a todos!
¡Ojalá fuéramos más los que nos sumamos a esta gran tarea de la educación y formación en la fe de nuestros hijos y alumnos…!
Nuestra proyección carismática - solidaria y social la tenemos en el Comedor Infantil y en el Materno Infantil "Beato Ceferino Manuncurá". Allí, además de darles de comer a los chicos se los forma en los valores humanos y cristianos.
Desde el colegio seguimos desafiando las dificultades de nuestra sociedad, cada vez más deshumanizada y fragmentada en sus vínculos. Seguimos anunciando que el amor es posible, que el perdón es posible, que la solidaridad es posible… y nuestros chicos se suman, cuando lo vivimos con autenticidad y verdad.
Las cuatro hermanas españolas que llegaron a Concepción en el año 32 ya no están con nosotras, pero su espíritu fuerte y generoso sigue vivo entre las paredes del colegio. Dios quiera que las nuevas generaciones lo mantengan vivo y lo acrecienten.
A todas las familias ¡Gracias! Gracias a todos los docentes presentes y ausentes, gracias a los alumnos, los que ya se fueron y a los que hoy tenemos todos los días en las aulas. Les deseamos esperanza y apertura a la vida de Dios, que los quiere, felices y fuertes.
Muchas generaciones de alumnas y alumnos han pasado por sus aulas. Hoy son madres y padres de familia, profesionales que llevan en el corazón el sello del Carisma en una cadena ininterrumpida de transmisión de vida y cultura.
El hoy del colegio es distinto al de ayer; los cambios de época son inevitables para todos, y hay que irse acomodando a las nuevas formas, lenguajes y conocimientos, pero lo esencial no cambia. Seguimos apostando por la VIDA formando en la FE y, fundamentalmente, tenemos a Jesús, nuestra razón de ser, como educadores de Nuestra Señora de la Consolación.
Para que esa enseñanza sea vivencial, se programan actividades que ayudan a tomar conciencia, desde un "aprendizaje en servicio", de las necesidades de los demás. Los Proyectos Solidarios son anuales y se desarrollan en distintas comunidades educativas.
Los "Encuentros con Cristo" son un momento privilegiado para profundizar en la Persona de Jesús y crecer en la Fe y en el Amor.
Otra forma de ayudar a nuestros jóvenes a vivir su fe es a través de las misiones, donde ellos mismos son los portadores de la Palabra de Dios y anunciadores del Reino.
Otras muchas actividades deportivas, académicas y recreativas se realizan en el colegio. Son muchas las familias, docentes y hermanas que apoyan todo esto para bien de nuestros chicos.
Contamos con el valioso y desinteresado apoyo de la Unión de Padres de Familia, ellos son inestimables colaboradores del colegio.
También de los Padres Misioneros, que por amor a Jesús y a su Reino, se forman, rezan en comunidad y se convierten en misioneros de las mismas familias del colegio.
Los Padres Catequistas, de una manera generosa, son guías y educadores de papás y niños/as que se preparan para su Primera Comunión.
¡Muchas gracias a todos!
¡Ojalá fuéramos más los que nos sumamos a esta gran tarea de la educación y formación en la fe de nuestros hijos y alumnos…!
Nuestra proyección carismática - solidaria y social la tenemos en el Comedor Infantil y en el Materno Infantil "Beato Ceferino Manuncurá". Allí, además de darles de comer a los chicos se los forma en los valores humanos y cristianos.
Desde el colegio seguimos desafiando las dificultades de nuestra sociedad, cada vez más deshumanizada y fragmentada en sus vínculos. Seguimos anunciando que el amor es posible, que el perdón es posible, que la solidaridad es posible… y nuestros chicos se suman, cuando lo vivimos con autenticidad y verdad.
Las cuatro hermanas españolas que llegaron a Concepción en el año 32 ya no están con nosotras, pero su espíritu fuerte y generoso sigue vivo entre las paredes del colegio. Dios quiera que las nuevas generaciones lo mantengan vivo y lo acrecienten.
A todas las familias ¡Gracias! Gracias a todos los docentes presentes y ausentes, gracias a los alumnos, los que ya se fueron y a los que hoy tenemos todos los días en las aulas. Les deseamos esperanza y apertura a la vida de Dios, que los quiere, felices y fuertes.