Nacido e1877, Manuel Carvallo era un hombre que, según dicen, murió asesinado cuando era  joven. Su cuerpo fue encontrado en una acequia por un grupo de monjes que decidió llevarlo hasta el cementerio de Cevil Pozo para darle santa sepultura en la iglesia del cementerio. En el lugar donde fue sepultado empezó a brotar agua, y por eso decidieron ponerlo en la posición donde actualmente descansa, cerca de la entrada del cementerio.
Mucha gente le pide favores porque cree que es milagroso. Los chicos le dejan sus carpetas después de rendir con la esperanza de que los ayude a aprobar las materias del colegio, ¡y misteriosamente las hojas de sus carpetas desaparecen al día siguiente!

Apariciones múltiples

La ruta 302, que es la más cercana al cementerio de Cevil Pozo, fue y sigue siendo continuamente escenario de historias y apariciones, según cuenta la gente.
Una de ellas es la de la chica que les hace dedo a los camioneros. Cuando sube les dice que le hace frío y que le presten una campera. También les dice que vuelvan a  la mañana siguiente a retirar el abrigo. Pero los camioneros se llevan una gran sorpresa, porque cuando preguntan por la chica, le contestan que ¡ya murió! Otros aseguran que la joven ya no aparece y que en su lugar hay un niño que cruza por la ruta, poniendo nerviosos a los conductores.