La oferta de terapias se diversifica, las obras sociales refuerzan la cobertura en salud mental y las consultas aumentaron hasta un 50%. También se incrementó la cantidad de profesionales. Todos los cálculos llevan a un mismo resultado: cada vez más tucumanos son carne de diván. Sara González, presidenta del Colegio de Psicólogos de Tucumán, comentó: "sin duda aumentaron las consultas de salud mental; basta observar como en los distintos ámbitos, de la salud, educación, justicia, en el área laboral y en los espacios comunitarios se requiere la participación de psicólogos, así como en los ámbitos privados de la consulta".
En el ámbito privado, según consignó, un considerable número de obras sociales solicitan las prestaciones psicológicas. "Para tener una idea, en abril se realizaron 16 mil consultas en sólo tres obras sociales", ejemplificó. Los temas más asistidos por profesionales son: abusos sexuales, violencia en el ámbito doméstico, suicidios, actos violentos en las escuelas, toxicomanías y adicciones, inhibiciones múltiples, estados de excesos laboral, ansiedades y angustias. González se mostró sorprendida por el incremento de la depresión.
Tucumán tiene uno de los índices más altos respecto de la cantidad de profesionales de salud mental. "Contamos con unos 1.800 psicólogos con matrículas activas y en el interior de la provincia alrededor de 100. Pensamos que es necesario una mejor distribución de los recursos humanos", precisó. "El Estado y las obras sociales han venido incorporando nuestras prácticas, pero estimamos que no se van adecuando a la demanda que se genera. El Siprosa ha incorporado en los últimos seis años un 300% de psicólogos del total de profesionales (las cifras son del ministerio), y nuestro colegio recibe en su Servicio de Atención a la Comunidad, (servicio gratuito), a las personas que no pueden ser atendidas en los hospitales. Ahora bien, cuando la demanda aumenta advertimos que se intenta avanzar sobre la autonomía de nuestra profesión, forzando sus condiciones, sus espacios y su tiempo", se quejó.
La experta habló acerca de la nueva Ley de Salud Mental. "Es positiva en cuanto a los avances en las concepciones del enfermo mental como un sujeto pleno de derechos, en la concepción de enfermedad como proceso que debe abordarse desde diferentes disciplinas. Una vez que se implemente, estaremos en condiciones de decir que se trata de un nuevo paradigma", concluyó.