PARÍS/JERUSALÉN.- La bandera del triángulo rojo y tres bandas horizontales de color negro, blanco y verde, fue izada ayer por primera vez en una organización de la ONU, después de que Palestina (a la que representa la enseña) fuera admitida como miembro pleno 195 de la Unesco, y en medio de fuertes tensiones diplomáticas.

Bajo una intensa lluvia y con los asistentes cubiertos con paraguas, la insignia se izó en una ceremonia solemne en los jardines de la entidad en presencia del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y de la directora general de la agencia de Naciones Unidas, Irina Bokova, quien aseguró: "es una oportunidad para demostrar que la paz también se construye con la educación y la cultura". En ese mismo momento, sonó el himno palestino en los pasillos de la sede.

La adhesión le permitirá a los palestinos pedir el reconocimiento como Patrimonio Mundial de la Humanidad de veinte yacimientos arqueológicos, entre ellos la Basílica de la Natividad y la tumba del profeta Abraham en Hebrón, un lugar santo tanto para los judíos como para los musulmanes.

La incorporación fue aprobada en un plenario de miembros de la Unesco el 31 de octubre. Inmediatamente después, Estados Unidos e Israel retiraron sus aportes a esa oficina, en reclamo de que todo avance en el reconocimiento palestino se concrete luego de que se firme un acuerdo de paz con Jerusalén, tras negociaciones directas entre los Gobiernos involucrados.

Israel, además, aceleró el proceso de colonización en Jerusalén Este y en Cisjordania y bloqueó el traspaso de impuestos retenidos (aranceles aduaneros e IVA) a la Autoridad Palestina; pero debió ceder en este último punto y liberar los fondos, que representan 2/3 de los ingresos fiscales árabes.

Palestina impulsa el largo proceso para integrarse en forma plena a la ONU, un objetivo difícil pero al que Abbas no quiere renunciar. Según expertos, se abstendrá de pedir una votación en el Consejo de Seguridad mientras no esté seguro de contar con 9 de los 15 votos necesarios para respaldar su candidatura, según exige el reglamento interno. Aún consiguiéndolos, su pedido va rumbo al fracaso, porque EEUU interpondrá su veto a una admisión. La estrategia será, entonces, pedir el reconocimiento como Estado observador (no pleno) por la Asamblea General de la ONU.

Sin embargo, el frente palestino no está unido. Ayer, Hamas expresó sus dudas de que las elecciones legislativas consensuadas con Al Fatah (la agrupación de Abbas) para el 4 de mayo de 2012 puedan celebrarse. "No creo que los comicios puedan tener lugar en el plazo acordado", señaló el encumbrado dirigente Mahmud al Zahar, quien admitió que las negociaciones entre ambos grupos están bloqueadas.

Además, la política israelí de asentamientos genera problemas internos. Medio centenar de colonos judíos radicalizados de derecha provocaron ayer altercados en dos puntos de Cisjordania, después de que se difundieran rumores de que el Ejército israelí planeaba desmantelar emplazamientos no autorizados por las autoridades. (AFP-DPA)