Cuando hablan de déficit habitacional, los expertos en urbanismo destacan que esa medición tiene una pata cualitativa y otra cuantitativa. En Tucumán, entre 2003 y 2011 se han invertido $ 3.000 millones (entre fondos propios y federales) en vivienda social y soluciones habitacionales. Sin embargo, la deuda en la materia no se circunscribe a los 17.000 hogares que no tienen ni letrina. A la lista de esa deuda hay que agregar, dicen los expertos, el hacinamiento provocado por una población que se ha aglutinado en los bordes de la ciudad. Y la falta de acceso al crédito hipotecario por parte de la clase media.