BARCELONA, España.- El inventor de la célebre frase futbolera "lo tiene de hijo" no debe haber imaginado jamás que Lionel Messi abusaría tanto de Real Madrid. La implacable "Pulga" le marcó a los "merengues" 16 goles en 13 partidos y ayer, en la final de la Supercopa, no fue la excepción. Pase gol para Andrés Iniesta y dos exquisitos golazos sirvieron para que Barcelona se consagrada, una vez más, de la mano del futbolista argentino. Hoy todos hablan de él, en medio de rumores de casamiento y sus posteriores desmentidas. Ni la fama ni los millones parecen atormentarlo. Messi no se distrae y sigue jugando al fútbol como nadie en el planeta y poco a poco convierte su juego en leyenda. (Especial)