Cuando Sandra Ramos se enteró de que su hija había sufrido un atraco, en diciembre, decidió que haría lo posible por vivir en un lugar más seguro. Y contagió con su iniciativa a los vecinos de los barrios El Bosque y Don Bosco. Algunos comenzaron a reunirse con los policías de su jurisdicción, pero no quedaron satisfechos con las respuestas. "Como el Gobierno no les hace caso a las protestas y a los cortes, decidimos seguir los pasos administrativos y legales que corresponden", dijo Jorgelina Ponce, que integra la junta vecinal. Así, en el barrio lograron reunir 800 firmas. El reclamo fue llevado por escrito a Casa de Gobierno. Y los vecinos advirtieron que acudirán a todos los organismos nacionales e internacionales que haga falta hasta obtener una respuesta.