BUENOS AIRES y SANTIAGO.- La presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, no respondió públicamente al reclamo del gobierno chileno, sobre la extradición del líder del FPMR (Frente Patriótico Manuel Rodríguez), Sergio Galvarino Apablaza Guerra, aunque advirtió que "cada país tiene un marco jurídico" para casos de este tipo.
La mandataria, además, señaló ayer que la "situación" se "produjo hace bastante tiempo", ya que Apablaza Guerra, quien debe responder en su país por un asesinato (el del senador de la Unión Demócrata Independiente-UDI, Jaime Guzmán) y un secuestro (del el directivo del diario "El Mercurio", Christian Edwards del Río), "se encuentra en el país desde 1993".
Cristina visitó Chile en el marco del Bicentenario de su independencia, y se reunió media hora con su par Sebastián Piñera, en la Casa de la Moneda. Cristina y Piñera se retiraron de La Moneda sin hacer declaraciones y se dirigieron directamente hacia el Estadio nacional, sede de los festejos por el Bicentenario, donde la televisión local los mostró juntos en el palco oficial.
El sitio web del Gobierno difundió ayer que, en la Embajada argentina en Santiago, la Presidenta declaró que la de Apablaza Guerra "es una situación en la que cada país tiene un marco jurídico" y apuntó que se trata de "cuestiones estrictamente legales, reguladas por convenios internacionales, por leyes".
Ante un planteo periodístico sobre una posible negativa argentina a la extradición, el portal oficial difundió la respuesta de la Presidenta: "¿por qué las leyes internacionales y el sistema jurídico nacional dirían que no? Touché, eso es tener cola de paja".
"Hace tiempo"
Antes de encontrarse con Piñera, la jefa de Estado declaró que fue a Chile "a conmemorar el Bicentenario, y en el medio apareció esta situación que se produjo", pero recordó que "en realidad se había producido hace bastante tiempo" ya que "Apablaza está en el país desde 1993 y hubo solicitudes de todos los gobiernos" chileno, por su extradición.
"No quieran ver problemas en cuestiones que son estrictamente legales, reguladas por convenios internacionales y por leyes nacionales (...) No hay ninguna tensión ni la va a haber", dijo Fernández de Kirchner antes de reunirse el sábado a la noche con su homólogo chileno en La Moneda.
Malestar
Una profunda desilusión se dejó sentir en el oficialismo chileno después de que la reunión bilateral entre los presidentes no arrojara luces sobre la extradición del guerrillero chileno. Fuentes de la Unión Demócrata Independiente (UDI), el partido fundado por el asesinado senador Guzmán, dijeron a "lanacion.com" no comprender la politización del caso, por cuanto la justicia chilena y la Corte Suprema argentina ya dieron su parecer sobre la necesidad de que Apablaza, el ex "Comandante Salvador", sea extraditado y juzgado en Santiago.
La molestia oficialista se remite a "grupos pequeños, pero altisonantes que buscan convertir esto en una cuestión ideológica", dijeron las fuentes en abierta referencia al apoyo recibido por Apablaza de grupos de derechos humanos.
En tanto, organismos de derechos humanos argentinos le pidieron al gobierno que proteja a Apablaza (ver "Respaldado por...").
Con una creciente tensión en el ambiente, desde el otro lado de la Cordillera evaluaban el impacto político que tendrá sobre Piñera la decisión del Ejecutivo argentino de proteger al hombre señalado como responsable del asesinato del ideólogo y heredero de Pinochet.
"Hubiera sido mejor que la Presidenta extraditara a Apablaza, pero si no lo hace no será una sorpresa. Se confirma que nuestros vecinos argentinos tienen una concepción bastante peculiar del Estado de derecho. Después de todo, Apablaza es responsable de actos terroristas ocurridos en democracia", aseguró el politólogo chileno Patricio Navia. "El gobierno tampoco tomará represalias. Los intereses comerciales de Chile en Argentina son más importantes", completó Navia. (NA-DyN-Especial)