BUENOS AIRES.- "En la cancha somos hermanos", repite cada vez que puede Juan Román Riquelme. El "10" demostró que su expresión tiene vigencia aún en los momentos polémicos, como los vividos en los últimos días, y no dudó en abrazarse con Martín Palermo para festejar los goles de Boca. En las tribunas, en cambio, los simpatizantes tomaron partido por uno u otro durante el clásico que el "xeneize" le ganó merecidamente a San Lorenzo por 2 a 0.
En el primer gol, convertido por Matías Giménez, tras un córner de Riquelme, el delantero se acercó a saludar al autor del tanto y al enganche. En el segundo, el "Loco" recibió una asistencia de Román y tras convertir se abrazaron como en los viejos tiempos. Además, cuando el "Titán" fue reemplazado por Lucas Viatri a siete minutos del final, Román acompañó los aplausos del público hacia el artillero.
La actitud de ambos le puso algo de calma al clima de tensión que se vivió durante las últimas semanas y que incluso dividió a los hinchas Muchos portaban carteles con la leyenda: "Dirigentes. Los ídolos se respetan". Fue una muestra de apoyo para los dos, que todavía no acordaron su continuidad.
En distintos sectores del estadio había banderas en apoyo a Riquelme o bien al goleador, que llegó a 221 tantos con la camiseta del club. "Gracias por tantas alegrías", decía una bandera, acompañada con una foto de Palermo, y otra rezaba "Román: lo mejor para Boca sos vos". (Especial-NA)